La ministra de Economía, Silvina Batakis, deberá enfrentar "graves problemas" macroeconómicos y desafíos en materia crediticia en un contexto político "cada vez más complicado", advirtió la calificadora de riesgo Moody´s.
Gabriel Torres, jefe de analistas de riesgo soberano para Argentina de Moody´s, dijo que la nueva ministra de Economía deberá hacer frente a "graves problemas macroeconómicos y crediticios en un contexto político cada vez más complicado en el país".
Para el experto, los "altos niveles de inflación, la caída de reservas internacionales, el aumento de la deuda en pesos y la necesidad de reducir el déficit fiscal para cumplir con los objetivos acordados con el FMI, representan grandes desafíos que la nueva ministra deberá enfrentar".
Torres, en diálogo con LN+, dijo que la inflación hace seis meses era "un problema que se manejaba", pero alertó que ahora la situación "se agravó". "En los últimos tres meses anualizados de inflación, la Argentina se aproxima al 100%. Y si se espera un 10% para el próximo mes, estarán casi en 110%", alertó.
Dijo que al Gobierno se le presenta una disyuntiva entre "tener una recesión enorme o un shock grande de una vez". "Muchas veces el mercado te fuerza y te obliga a hacer algo que no hubieras querido hacer, pero ahí es donde se plantea adónde va", explicó.
La inflación interanual en la Argentina cerró mayo en un 60,7%, un porcentaje que promete escalar tras la abrupta salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía. El índice de inflación estimado por la consultora de Orlando Ferreres para junio fue del 5,1%, pero los analistas observan que en julio existe un alto riesgo de que el costo de vida se dispare a niveles más cercanos a dos dígitos.
Basa ese diagnóstico en las remarcaciones aplicadas el último fin de semana y el hecho de que numerosos comercios ajustaron, por las dudas, un 20% los productos. Al respecto, Torres dijo que el panorama en torno a la suba de precios "se oscurece con el paso de los meses, generando mayores inquietudes en el mercado".
Si bien aclaró que una suba de precios interanual de poco más del 100% "no es técnicamente hiperinflación", dijo que estos números "sí indican que el país está cada vez más cerca de un serio problema, mucho más grande que hace seis meses". Explicó que se habla de una "inflación que se acerca al 100%", incluso "sin que haya una devaluación grande del peso".
Torres dijo que al Gobierno esta crisis "le implica tener un súper cepo que tendrá un impacto económico fuerte".
El ex director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI Alejandro Werner también opinó sobre la crisis económica que atraviesa Argentina y advirtió sobre el riesgo de que se produzca una hiperinflación debido a la falta de confianza y gobernabilidad.
Al referirse a la posibilidad de una mayor escalada inflacionaria que derive en hiperinflación, Werner consideró que hay toda una red de controles que limita la velocidad en la cual una economía puede caer en la hiperinflación, pero claramente la caída en la demanda por activos en pesos, la falta de confianza y la falta de gobernabilidad hace que ningún tipo de cambio sea la suficientemente atractivo como para quedarte en pesos.
En esa línea, indicó que el panorama descrito puede alimentar una corrida bancaria, una corrida en los bonos gubernamentales y esto puede generar incrementos en la tasa de inflación que se aviven de manera muy rápida.
El economista expresó que hay mucha preocupación por las perspectivas de la economía argentina debido a que hace tres años que no vemos un programa que refleje cómo el Gobierno va a buscar restablecer el orden macroeconómico y cómo va a sentar las bases, la parte microeconómica, para generar incentivos para la inversión y el empleo.
Parecía que el Gobierno apostaba a que los problemas pasaban por reestructurar la deuda y se dieron cuenta que la deuda era más un síntoma que la causa fundamental del problema, señaló durante una entrevista televisiva.
Además, consideró que hay falta de consenso social sobre cuál es el tamaño del Estado que se quiere y cómo se quiere financiar a ese Estado.
En ese sentido planteó que hay una incompatibilidad en los objetivos del Gobierno actual de querer tener un Estado muy presente y que otorgue una red de protección social pero sin estar dispuesto a generar consenso social para cobrar los impuestos necesarios para hacerle frente a ese Estado
Asimismo indicó que el Gobierno debe procurar que los impuestos no sean tan distorsionantes que inhiban cualquier inversión en el país. Esa coyuntura no se puede y hay que decidir, finalizó.
- Escrito por José Calero y Joaquín Morosi para NA