La Secretaría de Defensa de la Competencia determinó que Disney-Fox deberá concretar una desinversión y vender a terceros algunas de las señales que tiene en su poder, porque si no se quedarían con el 64 % de los canales de deportes.
Además dispusieron que la firma deberá transmitir encuentros gratis de River y Boca, como así también de la Champions League, hasta que se produzca el proceso de "desinversión".
La compra de Fox por parte de Disney en marzo del 2019 hizo que en la Argentina, el nuevo actor se quedara con el 64% del share correspondiente a 7 de las 9 señales deportivas básicas, las otras dos son TyC y DeporTV.
Esta posición "disminuye, restringe o distorsiona la competencia en el mercado de comercialización de señales deportivas básicas y perjudica el interés económico general", destacó la información.
Para evitar este perjuicio, la empresa Disney-Fox "tienen plazo de un año para desinvertir", es decir, desprenderse de alguna de esas señales, "con una prórroga de seis meses" para llevar adelante ese cometido.
Hasta que la desinversión se lleve a cabo, "tienen que transmitir de manera abierta y gratuita eventos deportivos relevantes de cada una de las competencias definidas como "contenidos fundamentales", como son la Copa Libertadores, la UEFA, NFL, MLB, Fórmula 1, etc.
Además, deberán transmitir bajo esta modalidad un partido de Boca o de River cada fecha del torneo local de fútbol.
Además, "deberán mantener un máximo de cuatro señales lineales deportivas básicas en la grilla de canales ofrecidos en la República Argentina", agregó la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), que pertenece al Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.
Si en los 18 meses establecidos no se efectivizó la desinversión, "estas transmisiones abiertas y gratuitas se extenderán durante cinco años", advirtió. Mientras las partes no concreten la desinversión, deberán mantener estable la relación existente previa a la fusión entre el precio de las señales deportivas y el precio del abono básico.
Fuentes de la Comisión de Defensa de la Competencia apuntaron a que en países como México, Estados Unidos, Europa, Chile y Brasil, las autoridades "también identificaron efectos y riesgos específicos en sus mercados e impusieron condicionamientos tanto de conductas como de estructura para evitar problemas de concentración".