El 2024 fue un gran año para haber invertido en acciones estadounidenses, tal como se reflejó en el S&P 500, que avanzó más de un 25%. Pero este 2025, el "gran trade" podría estar en los bonos del Tesoro.
Así lo cree Ford O'Neil, gestor de carteras en Fidelity Investments, quien afirmó que es "un momento bastante bueno" para colocar el dinero en estos activos dado el nivel de sus rendimientos en relación con el promedio de los últimos 20 años.
"Si nos fijamos en los diferenciales de crédito, ya sea de grado de inversión o de alto rendimiento, nunca fueron más ajustados", señaló.
Por este motivo, según datos de Morningstar, en 2024, la mayoría de los 10 principales fondos mutuos de bonos fueron fondos activos que atrajeron un total combinado de US$ 74.000 millones en flujos netos.
A su vez, los fondos de bonos activos estadounidenses recaudaron US$ 261.000 millones, la cifra más alta desde 2021. A pesar de la inesperada venta masiva de bonos desde septiembre, cuando la Reserva Federal (Fed) redujo las tasas de interés por primera vez en cuatro años, el dinero siguió fluyendo con fuerza.
En los últimos tiempos, las estrategias de bonos básicos y de renta fija, más conservadoras y consideradas menos arriesgadas en un entorno de tasas de interés inciertas, se convirtieron en las grandes ganadoras.
Las mismas atraen a los inversores que aún están cautelosos tras sufrir pérdidas récord de dos dígitos en 2022, cuando el organismo monetario incrementó las tasas de manera agresiva hasta el rango del 5,25-5,50%.
De acuerdo a Anmol Sinha, director de Inversiones en The Bond Fund of America de Capital Group, las estrategias de fondos básicos poseen "bonos de alta calidad que brindan diversidad en períodos de estrés" y atraen a los inversores "en un mundo donde la gente quiere más consistencia en los retornos y más beneficios de diversificación".
