Estando a sólo una semana de Navidad, llega el momento de pensar qué regalos hacerles a nuestros familiares, amigos e hijos. Y entre las opciones menos convencionales pero más valiosas, se destacan tres alternativas "financieras" para inculcar el ahorro y la inversión.
Libros de finanzas
Para los más pequeños, recibir de regalo un libro, en especial si es de finanzas personales e inversión, puede resultar muy aburrido e inefectivo. Sin embargo, si el beneficiario es adulto o adolescente, entonces este regalo podría ser uno de los más fructíferos a mediano y largo plazo.
Mediante la lectura, una persona puede pasar de no entender nada de mercados e inversiones a convertirse en alguien capaz de tomar sus propias decisiones sensatas para gestionar adecuadamente su dinero e incrementar el patrimonio con el paso del tiempo.
Existen miles de libros que pueden ser perfectos para un obsequio de Navidad, pero se suelen recomendar los clásicos por su calidad de contenido: El inversor inteligente, Un paseo aleatorio por Wall Street, El hombre más rico de Babilonia, Padre rico y padre pobre, etc.
Un juego de mesa clásico
Por otra parte, uno de los regalos financieros más divertidos para hacer es un juego de mesa clásico sobre negocios, como el famoso Monopoly o su versión argentina, El Estanciero / El Ganadero.
Con solo un tablero, algunas fichas y un par de decenas de cartas, un grupo de amigos o familiares puede utilizar todo su intelecto para armar estrategias, comprar y vender propiedades y alcanzar la victoria sin llegar a la quiebra.
Acciones o Cedears
A su vez, ahora que la Comisión Nacional de Valores (CNV) habilitó la inversión a partir de los 13 años, los padres que quieran hacer un buen regalo de Navidad pueden comprarles a sus hijos acciones o Cedears para el largo plazo.
Gracias a una inversión inicial y mucha paciencia, una pequeña cartera puede convertirse en un capital para que los más pequeños puedan tener un buen colchón de ahorros o directamente comprarse algo más costoso cuando sean mayores.
A largo plazo, puede ser una estrategia muy ganadora. Por ejemplo, quien compró acciones de Nvidia hace 5 años y las mantuvo en cartera hoy tiene un 2.255% más de dinero. Y quien apostó por acciones de Tesla, un 1.800% más.
