El 2022 está siendo un año muy duro para los inversores, ya que prácticamente todos los activos financieros se encuentran a la baja, desde las acciones hasta los bonos, pasando por las principales materias primas.
Desafortunadamente, por la falta de conocimientos, millones de participantes del mercado se dejan llevar por los vaivenes de precios diarios y cometen tres grandes errores que atentan directamente contra la situación financiera personal.
Vender cuando todo cae
Cuando las cotizaciones caen, una grave equivocación es vender con la esperanza de recomprar a precios más bajos. Las probabilidades de acertar con esta táctica son tan bajas que no se justifica, en especial si se tienen en cuenta las comisiones de compraventa de los agentes intermediarios.
Para Steven Check, presidente de Check Capital Management, si bien el dinero es algo emocional, hay que recordar que al mercado de valores le ha ido bien con el tiempo, por lo que solo hay que tener una serie de reglas de compra y venta y apegarse a ellas.
Evitar los mercados por completo
Pero también es un error evitar los mercados por completo. En escenarios como el actual, los activos financieros suelen atravesar bajas generalizadas y muy correlacionadas, pero aún así continúan existiendo alternativas rentables.
Según Josh Reidinger, director ejecutivo de Waverly Advisors, las personas están más obsesionadas con lo que potencialmente podrían perder que con las oportunidades que se presentan y que nunca aprovechan.
El secreto es estar atentos a todos los activos y los informes de las consultoras para colocar el dinero puntualmente en opciones de inversión que sobrevivan a la crisis.
No reequilibrar el portafolio
Otro error que cometen los inversores cuando los precios se cargan de volatilidad es olvidarse de reequilibrar el portafolio, dejando que algunas posiciones ocupen más lugar del que deberían de acuerdo a los objetivos y necesidades establecidos.
Si el plan original era tener una cartera con 50% de acciones y 50% de bonos, entonces hay que tratar de mantenerla así todos los años, y no permitir que, por ejemplo, por la baja de acciones y la suba de bonos se quede en 25%-75%.