El mercado de capitales ofrece múltiples alternativas para poder invertir el dinero sobrante con el objetivo de protegerlo de la inflación o incrementarlo considerablemente a largo plazo. Entre las más populares, se destacan los fondos comunes de inversión (FCI). Ahora bien, ¿cómo invertir adecuadamente en ellos?
Entender exactamente qué es un fondo común de inversión
En primer lugar, los ahorristas deben entender qué es exactamente un fondo común de inversión y cómo funciona. Según Mariano Pantanetti, docente en el Programa Avanzado de Finanzas de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP), la clave está en el propio nombre.
Es un vehículo colectivo de inversión. Y subrayo la palabra vehículo. Vos te podés ir a Mar del Plata y moverte en un vehículo. ¿En cuál? Puede ser una bicicleta, puede ser un auto, puede ser una moto. Son tres vehículos distintos. Y en cada uno vas a tener una performance distinta en el viaje. Velocidad, comodidad, etc., relató el especialista.
El problema con los fondos es que la gente dice 'Voy a invertir en un fondo', y lo considera una clase de activo. Y no es una clase de activo, es un vehículo. Que adentro tiene distintas clases de activos, sostuvo.
Conocer cuáles son los tipos de FCI
Por otro lado, tras conocer qué es un FCI, resulta esencial descubrir cuáles son los diferentes tipos que existen. De esta manera, se puede buscar el que sea más compatible con nuestra aversión al riesgo y nuestros objetivos y necesidades.
Los fondos de renta fija invierten en activos financieros con pagos preestablecidos, por ejemplo, bonos y plazo fijos, ofreciendo mayor estabilidad del capital. Por otro lado, un fondo de renta variable invierte principalmente en acciones de compañías, cuyos rendimientos no están predefinidos, lo que implica mayor riesgo, pero también la posibilidad de mayores ganancias, detalló Ana Balestre, presidenta de Bancor Fondos.
En este punto, hay que diferenciar los FCI tradicionales de los fondos indexados, que suelen ser fondos cotizados en bolsa (ETF, por su sigla en inglés) que siguen la evolución de un índice, como el S&P 500 o el Nasdaq 100, por ejemplo.
Eso es lo que se llama una inversión pasiva, y el inversor puede ir poniendo plata ahí todos los meses. De esa manera, se olvida de timear al mercado (ir eligiendo cuándo entrar y salir) y queda expuesto a una canasta de acciones que en el largo plazo históricamente siempre subieron de precio, señaló Miguel Braun, director en Fox Capital.
Hay muchos otros tipos de ETF o fondos. Por ejemplo, hay para tener exposición específica a algún sector, ya sea el petrolero, inmobiliario, tecnológico, etc., añadió.
No dejarse guiar por los rendimientos pasados
A su vez, vale la pena resaltar que no hay que dejarse llevar por los rendimientos pasados de los fondos comunes de inversión, ya que no sólo no garantizan los retornos futuros, sino que también pueden cambiar tanto los activos que les dan forma como directamente toda la estrategia interna.
Un fondo de protección o de cobertura te pasa rápido de un dollar linked con futuros, con sintéticos, a hacerte una protección inflacionaria con curva CER, ejemplificó Mauro Morelli, exjefe de FondosOnline.com.