Para muchos ahorristas, los fondos comunes de inversión (FCI) son casi una bendición, ya que permiten participar del mundo de las inversiones sin tener que ser expertos en la materia. Afortunadamente, en el mercado local, los usuarios pueden elegir entre múltiples opciones, pero ¿cómo hacerlo adecuadamente?
La composición del fondo
Para Mauro Morelli, responsable de FondosOnline.com, es muy importante que el usuario observe cómo está compuesto el fondo y cuál es su estrategia activa. De esta forma, se podrá verificar si el vehículo financiero es o no compatible con los objetivos y necesidades planteados.
Por ejemplo, si un ahorrista quiere colocar su capital en pesos de cara al corto plazo para obtener un pequeño rendimiento mientras paga sus deudas mensuales, no sería sensato que busque un FCI enfocado en acciones, ya que sería muy volátil y apuntaría a brindar beneficios en el largo plazo.
Además, saber de antemano en qué clase de activos invierte el fondo y cómo es su filosofía de gestión permitirá armar estrategias más rentables según la coyuntura económica. Si tenemos miedo de que el dólar se dispare, podremos invertir en un FCI que ofrezca protección cambiaria; si creemos que la inflación se acelerará aún más, se debe buscar un fondo que brinde esta cobertura.
A su vez, el especialista también explicó que hay que averiguar cuáles son las comisiones de los fondos de inversión y si son cerrados o abiertos, aunque remarcó que la mayoría son de este último tipo y muy económicos porque “no hay una lógica transaccional, sino de permanencia”.
Cuidado con los rendimientos pasados
Muchos inversores observan los retornos pasados de los fondos de inversión creyendo que pueden ser un indicio de cómo evolucionarán en el futuro. No obstante, para Mauro Morelli, este comportamiento “puede confundir” al usuario porque, localmente, gran parte de los fondos “está teniendo un cambio de estrategia”.
El experto ejemplificó su postura comentando que los FCI de cobertura pueden cambiar rápidamente de una protección cambiaria a una protección inflacionaria, lo que influye en los instrumentos financieros utilizados.
“Un fondo de protección o de cobertura te pasa rápido de un dollar linked con futuros, con sintéticos, a hacerte una protección inflacionaria con curva CER”, expresó.
Sin embargo, comentó que prestarles atención a los rendimientos pasados tendría un poco más de sentido en fondos de inversión que se basan en una única estrategia y que no están ligados a ningún benchmark.
En cualquier caso, como las propias gestoras de fondos replican en sus plataformas, “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”.
Una cartera diversificada
Por otro lado, al tratar de armar una cartera de inversión enfocada en fondos, hay que tener en cuenta que la diversificación no siempre es total. Normalmente, estos vehículos financieros están compuestos por varios activos, pero la gran mayoría de una misma clase o sector y enfocados en un objetivo específico.
“Lo que hace un fondo es diversificar en un sector puntual, salvo que uno entre en un fondo muy mixto, muy genérico, que no es lo usual en el mercado”, detalló Morelli, haciendo referencia a que no es descabellado tener una cartera compuesta por varios fondos de inversión.
Por ejemplo, en lugar de contar con un clásico portafolio con 60% de acciones y 40% de bonos y comprar los activos de forma individual, se puede colocar el 60% en un FCI centrado en activos de renta variable y el resto en un FCI de renta fija.