Las liquidaciones de exportaciones de los principales complejos del agro finalizaron agosto en su nivel más bajo para ese mes desde 2009 en medio del impacto de la seca y a pesar del tipo de cambio diferencial para el maíz. El ingreso de divisas por esta vía acumuló en lo que va de 2023 una caída de US$11.000 millones respecto al mismo período del año pasado, proceso que también implicó un desplome de la recaudación del fisco.

La Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), que representa el 48% de las exportaciones argentinas, informó que durante el mes pasado se liquidaron US$1.746 millones, lo que implica una caída interanual de 48% y de 9% frente a julio. “Es el resultado de la magra cosecha gruesa fuertemente impactada por la sequía”, sostuvieron las entidades en un parte de prensa.

El jefe de research de Romano Group, Salvador Vitelli, señaló que fue el peor agosto desde 2009, año en el que también se vivieron inclemencias climáticas, en términos de liquidación de divisas del agro. “Está explicado principalmente por el dólar maíz, para luego colapsar post devaluación”, explicó el economista.

En ese sentido, Ciara-CEC indicó que en los primeros ocho meses del 2023 se liquidaron unos US$14.703 millones frente a los $25.697 millones del mismo lapso de 2022. En concreto: la sequía implicó una pérdida de exportaciones por US$11.000 millones en torno al 43% interanual. El Gobierno espera que en todo el año en curso el recorte escale a US$21.000 millones.

Además, añadieron: “La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados luego de una transformación industrial. La mayor parte del ingreso en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y de 90 días en la exportación de aceites y harinas proteicas”.

Ese proceso también tuvo un correlato en la recaudación por derechos de exportación. El director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), Nadin Argañaraz, precisó que el Tesoro perdió entre enero y julio ingresos por 0,5 puntos del PBI en concepto de retenciones.

“El flujo de dólares obliga al uso de otras fuentes, para evitar una mayor caída del nivel de actividad. La menor recaudación de derechos de exportación también obliga a buscar otras fuentes de recursos, ya que el FMI mantuvo sin cambios la meta fiscal del 1,9% del PIB definida previamente, a pesar de la gran sequía”, mencionó Argañaraz.

En efecto, el Fondo pidió un recorte del gasto del 11% interanual real durante el periodo agosto-diciembre para alcanzar la meta de rojo primario. El Gobierno recortó 6% interanual en los primeros siete meses del año, aunque eso no compensó la caída del 9% en la recaudación.