Esta semana, El Salvador hizo historia al adoptar bitcoin como moneda de curso legal en el país. A poco de la adopción, una súbita caída de más del 18% en apenas seis horas se produjo en el precio de la criptomoneda, que pasó de US$ 52.000 a casi US$ 42.000 en el mismo día.
La venta masiva contagió a todo el mercado, que marcó caídas de entre el 30 y el 40% en el caso de algunas criptomonedas, y se produce después de un repunte de casi 75% desde finales de julio. Sin embargo, la apuesta del país centroamericano por el bitcoin continúa más firme que nunca.
Hoy, el gobierno salvadoreño escribió un nuevo capítulo tras anunciar que liberará de impuestos a las ganancias a quienes realicen inversiones extranjeras con bitcoin.
"Si una persona tiene bitcoin como activo y tiene alta ganancia, no va a haber ningún impuesto. Esto es obviamente para incentivar las inversiones extranjeras", dijo el asesor jurídico de la presidencia, Javier Argueta, a días de que El Salvador se convirtiera en el primer país en instaurar el bitcoin como una moneda de curso legal a la par del dólar, divisa que rige la economía del país hace 20 años.
"No se paga ni ganancia de capital, ni renta, ni ningún impuesto. Ese es un atractivo que ha llamado muchísimo la atención", explicó Argueta citado por la agencia de noticias AFP.
Incentivos para los salvadoreños
Paralelamente, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, lanzó esta semana un plan en el que intentará, a través de la legalización del bitcoin, ahorrarle a los salvadoreños que viven en el extranjero millones de dólares en las comisiones del dinero que envían, el cual representa el 22% del PBI del país.
"Nuestros hermanos en el exterior que mandan remesas a las familias, pagan alrededor de 400 o 450 millones de dólares en comisiones a las diferentes instituciones que hacen esas transferencias" o a los llamados "encomenderos", que traen el dinero físicamente en vuelos, dijo Argueta.
"Esos 450 millones de dólares que se cobra en comisiones hoy, nuestros hermanos en el exterior van a mandar a su familia", estimulando la economía del país, aseguró.
El Gobierno ya compró sus primeras 400 monedas a un valor de mercado de 21 millones de dólares y lanzó la billetera electrónica Chivo para los teléfonos celulares, y obsequió a los salvadoreños un monto equivalente a 30 dólares en bitcoins para que empiecen a operar.
"La 'Chivo wallet' ya trae mecanismos para hacer la debida diligencia. Obviamente lo importante de ello es la trazabilidad del dinero, la trazabilidad del origen y la trazabilidad de la salida de los fondos. Eso ya está regulado para el sector privado y hay una serie de condiciones que se deben de cumplir como se cumplen hoy con el dólar", dijo Argueta sobre el plan de la criptomoneda que en 2009 costaba centavos de dólar, pero que el año pasado llegó a valer 62.000 dólares.
Pese a que el Gobierno asegura que el bitcoin estimulará la economía que, desde su dolarización en 2001 estuvo estancada con una media de crecimiento entre el 2% y 4%, también encendió las alarmas por el posible uso para el blanqueo de capitales.
"Estamos cumpliendo una serie de recomendaciones de instituciones internacionales contra el lavado, principalmente la diligencia a través del Banco Central de Reserva (BCR)", agregó Argueta. Además, indicó que si el precio del bitcoin cae mucho, existe una normativa del BCR para detener temporalmente las operaciones y minimizar el impacto de la alta volatilidad.
Con información de Telam.