El barril de la variedad WTI bajó 5,3% y se negoció en 71,70 dólares; mientras que el tipo Brent cayó 5,1% y se pactó en 75,30 dólares, según cifras consignadas en el New York Mercantil Exchange (NYMEX).
De esta manera, los precios regresaron al nivel de comienzos de año, con el agravante de que se operó con bajos volúmenes, debido a los sombríos informes sobre la economía mundial.
La caída de las vacantes disponibles y la baja en la actividad industrial en China potenciaron los temores de los inversores.
Las vacantes laborales cayeron a un mínimo de casi dos años en marzo, una nueva señal de un mercado laboral debilitado.
En tanto, el ministro de Petróleo de Irán, Javad Owji, dijo que el país ha aumentado la producción a más de 3 millones de barriles diarios, proporcionando suministros adicionales al mercado.
Morgan Stanley recortó sus pronósticos para los precios del crudo Brent en el tercer trimestre en 12,50 dólares y proyecta un precio de 77,50 dólares por barril, al señalar que los suministros rusos siguen siendo lo suficientemente altos y que gran parte del impulso de la demanda por la reapertura de China probablemente ya se haya agotado.
Los inversores se mostraron cautelosos mientras de manera simultánea, la FED iniciaba su reunión de dos días para definir una nueva suba de tasas.
Otro de los elementos que aumentó el mal clima de negocios es la posibilidad de un default de la deuda de los Estados Unidos, si es que el Congreso no autoriza un nuevo límite de endeudamiento.
Los precios cayeron después de que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, advirtiera que la Casa Blanca podría quedarse sin dinero antes de junio.
Este miércoles no sólo se espera la decisión de la FED sino también se conocerán los inventarios de crudo y combustibles de la semana pasada. Los contratos de futuros de gas natural bajaron 4,2% y se negociaron en 2,22 dólares por millón de BTU.
Finalmente, el oro subió 1,6% y volvió a cruzar el límite de 2.000 dólares por onza para cerrar en 2.023 dólares.