Mientras que en el mundo se duplican las tasas de optimismo entre los CEO para 2024, la Argentina muestra una tendencia opuesta dónde sólo el 18% de los ejecutivos piensa que tendrá un buen año. Los datos surgen de la 27a Encuesta Anual Global de CEO de PwC, según la cual el 38% de los encuestados a nivel global proyecta un crecimiento a partir de la caída de la volatilidad macroeconómica y de la inflación. 

En cambio, en la Argentina el 82% de los ejecutivos consultados sostuvo que sus empresas no crecerán en 2024, 56% se prepara para una caída del PIB y dos de cada 10 piensan que ese retroceso será significativo. El pesimismo local también se contrapone con el panorama en los países vecinos: en Brasil y Uruguay, el 55% y el 61% de los CEO, respectivamente, prevén crecimiento. 

“La inflación representa la mayor preocupación para los CEO, seguida por la volatilidad macroeconómica y los ciberataques. Enfrentamos un escenario local de incertidumbre y vientos de cambio que condicionan nuestra hoja de ruta, y se deberá balancear los desafíos de la coyuntura local con las demandas de transformación de mediano y largo plazo: una agenda que exigirá una cuota extra de habilidad y foco a lo largo de 2024”, afirmó Miguel Urus, socio a cargo de PwC Argentina.

La encuesta relevó que el principal obstáculo que enfrentan los empresarios locales es el entorno regulatorio (un 58%), seguidas de una inestabilidad en la cadena de suministro (30%) y luego las limitaciones de acceso a recursos financieros (28%). La falta de especialización de los empleados solo fue mencionada por un 7% de los encuestados, la burocracia interna por el 9% y apenas un 11% mencionó la falta de apoyo del directorio. La visión de CEO argentinos recién se revierte de cara a los próximos tres años, donde el 53% confía en volver a crecer. 

El panorama global es opuesto en múltiples aspectos. El sondeo realizado a 4702 CEO de 105 países advierte que las preocupaciones globales no están focalizadas específicamente en la inflación y la volatilidad macroeconómica, como sucede en la Argentina. Los factores que generan incertidumbre están repartidos más equitativamente y cuestiones como el cambio climático, los conflictos geopolíticos y los riesgos sanitarios ocupan una gran relevancia. De todos modos, el 39% espera aumentar la dotación de personal durante este año en más de un 5%.

Ya a largo plazo, la proporción de ejecutivos que expresa preocupación por la viabilidad de sus empresas a aumentó al 45% dada la aceleración de las presiones tecnológicas y climáticas. El 97% de los encuestados ha tomado medidas en los últimos cinco años para realizar cambios en su modelo de negocios, y el 76% indica que al menos una medida tomada tuvo un impacto significativo o muy significativo. Casi un tercio espera que el cambio climático cambie sus modelos de negocio en los próximos tres años y están progresando a la hora de poner en práctica sus compromisos. El 76% ya comenzó a tomar medidas para mejorar la eficiencia energética, mientras que el 58% hizo avances similares en cuanto a la innovación en productos, servicios o tecnologías.

"Los datos recabados este año sugieren un nivel de incertidumbre alto entre los CEO en el futuro, pero ya están actuando. Están transformando sus modelos de negocios, invirtiendo en tecnología y sus colaboradores y gestionando los riesgos y las oportunidades que plantea la transición climática. Si las empresas pretenden prosperar a corto y largo plazo, generar confianza y brindar valor sostenible a largo plazo, deberán acelerar su ritmo de reinvención", subrayó Bob Moritz, CEO global de PwC.

En relación al uso de Inteligencia Artificial, la gran mayoría de los CEO considera que es un catalizador para la reinvención que promoverá eficacia, innovación y un cambio transformador. Casi el 70% cree que modificará significativamente la manera en que sus empresas crean y entregan valor en los próximos tres años.

También son optimistas respecto del impacto a corto plazo. En los próximos 12 meses, el 58% espera mejorar la calidad de sus productos o servicios y casi la mitad (48%) afirma que aumentará su capacidad para generar confianza con sus grupos de interés. También esperan mejores resultados: el 41% cree que tendrá un impacto positivo en los ingresos y el 46%, en la rentabilidad.

En cuanto a la preparación para los cambios tecnológicos, las empresas argentinas aparecen más rezagadas respecto de sus pares globales. En relación con la Inteligencia Artificial (IA), el 58% de los líderes locales no ha logrado incorporar esa tecnología en sus organizaciones durante el último año y la mitad (51%) desestimó la idea de que la irrupción de esta tecnología haya cambiado la estrategia tecnológica de sus compañías.