Todos ya quedamos en offside alguna vez con el tema de las finanzas. Uno pasa mucho tiempo viviendo con lo suyo, ahorrando, tomando buenas decisiones financieras y de repente, toma un par de malas decisiones. Es todo un problema que transforma la buena conducta financiera en un desafío.
Ya sea por gastar demasiado, no seguir un presupuesto o dejar de ahorrar, a todos nos tientan ciertas cosas y nos olvidamos de nuestros buenos hábitos. Si bien las recomendaciones tienen que ver con la situación económica general que atraviesa Estados Unidos (que pueden ser bastante distintas a las que padecemos los argentinos), muchas de estas recomendaciones pueden ser útiles para nuestro día a día.
Los siguientes son siete errores que podrían estar saboteando tus finanzas personales:
1. Usás tu casa de cajero automático
Con lo que subieron los precios de las viviendas en los últimos años, mucha gente en EE.UU. suele sacar una hipoteca si tiene problemas de plata. Esta es una opción de financiamiento más barata que endeudarse, porque las tasas hipotecarias son una de las tasas de interés más bajas. Pero si seguís así, ¿cuándo vas a pagar esa hipoteca?
2. Dejaste de ahorrar
Quizás venías ahorrando de lo más bien hasta que la vida puso en tu camino gastos inesperados. Cuando pasa esto, el método más fácil de recuperarse que piensa la gente es dejar de ahorrar, con la intención de volver a hacerlo apenas puedan, pero del dicho al hecho?
3. No tenés un presupuesto
Un presupuesto es un plan para gastar la plata. Se calcula cuánto dinero entrará y qué hay que pagar durante el mes y se planifica cuánto se va a gastar en comida y otros gastos importantes. Es la mejor forma de garantizar que no gastes más de lo que tenés. Los que no arman presupuestos suelen terminar cayendo en eso, que es la forma más rápida de acumular deudas inmanejables.
4. No comparás precios para compras chicas y grandes
Sonará aburrido, pero si comparás precios, sacás una ventaja financiera enorme, porque terminás ahorrando mucho. Si además te hacés el hábito de estoquear en época de promociones y pagás con descuento productos básicos como alimentos, ropa y nafta, terminás ahorrando muchísimo.
5. Hacés el pago mínimo de tu tarjeta de crédito
Esto es lo peor que podés hacer con una tarjeta de crédito. Por más tentador que suene, la deuda de las tarjetas de crédito es de las más caras. Lo mejor es pagar todo lo antes posible.
6. Comprás algo porque lo tienen los demás
Cuando un amigo, pariente, vecino o colega se compra algo nuevo, uno puede sentir que tiene que comprarlo también para no sentirse inferior. La verdad es que ese conocido bien puede haberse endeudado para comprarlo. Si imitás a todos los que se compren algo nuevo en tu círculo, te vas a endeudar hasta la médula.
7. No tener un plan financiero
Si no planificás en qué vas a gastar ni te ponés objetivos financieros como financiar tu jubilación, ahorrar para unas vacaciones en familia, etc., probablemente siempre te sientas apretado precisamente por no tener un plan. Los planes te ayudan a cumplir metas.
La responsabilidad financiera suena aburrida, pero si decidís dejar de sabotearte y trabajás para obtener la libertad financiera, en el futuro te vas a sentir realizado. La planificación financiera es como la dieta y el ejercicio: un hábito para toda la vida en el que tenés que trabajar cada día. Es una forma de vida.
Buscá formas de mantenerte motivado para seguir tu plan financiero. Cuando te jubiles, te lo vas a agradecer.
Autora: Melissa Houston