Sebastián Serrano, de Ripio: "Hay que convertir todos los pesos a ERC20 Ethereum"
A los 41 años, el fundador y CEO de Ripio lidera la mayor empresas de criptomonedas de Argentina y una de las más importantes de América Latina. Por mes, transacciona más de US$ 200 millones y estima cerrar 2021 con más de 3 millones de usuarios.

Como toda persona que se crio en la Patagonia argentina, Sebastián Serrano conoce a la perfección esos caminos que se vuelven intransitables, esos que son de ripio, que son rellenados con grana piedra y otros materiales para garantizar el acceso a localidades que de otra manera estarían incomunicadas. 

Es toda una gran metáfora que ayuda a entender por qué a la hora de bautizar la que es hoy una de las mayores compañías especializadas en tecnología blockchain y compra venta de criptomonedas la llamó, justamente, Ripio. “Como el ripio, construimos acceso”, dice el slogan de la empresa.

Parte de la historia comienza en Choele-Choel, localidad de la provincia de Río Negro, cuando los padres de Serrano se mudaron allá luego de la compra de una chacra. A los 8 años se topó con una revista de computación y desde ese momento no hizo más que molestar a sus padres para que le compraran una computadora. Así conoció a su primera Commodore 64, con la que rápidamente comenzó a programar en lenguaje Basic. Luego llegó el entusiasmo por la física y hacer carrera en el Instituto Balseiro de Bariloche.

Sebastián Serrano, CEO de Ripio (Fotos: Martín Font).

Instalado en la ciudad de La Plata y con tres años de Física en su haber, no decidió volver a Río Negro, sino que cambió de facultad e hizo la carrera de Analista de Sistemas. Por ese momento ya había fundado una empresa de servicios de Internet en Choele-Choel y comenzaba a dar sus primeros pasos con DevsAr, una empresa de desarrollo de software que prestaba servicios al ecosistema emprendedor de Silicon Valley, lugar al que se mudó para instalar su siguiente empresa. Interesado por las nuevas tecnologías financieras y especialmente atraído por el potencial de Bitcoin, en 2013 fundó BitPagos (hoy absorbida por Ripio), empresa líder en el ecosistema fintech de la región y reconocida por ser una de las mejores startups a nivel mundial.

Desde que surgió en forma anónima en 2008, el bitcoin fue sumando adeptos en todo el mundo. Blockchain es la tecnología que le da sustento a la moneda y que no es más que una base de datos común alojada en miles de servidores alrededor del planeta. Allí está el historial  de pagos de todos y cada uno de los bitcoins en circulación y provee constancia de propiedad en todo momento: en esto radica la verdadera maquinaria de confianza que hace de esta moneda virtual una apuesta atractiva. 

El boom local de bitcoin se remonta al mito fundacional que originó años atrás Wenceslao Casares, que fue un precursor y evangelizador incluso en Silicon Valley. De hecho, en una entrevista con Forbes en 2017, cuando el bitcoin pasó de US$ 800 a US$ 7.000, vaticinó que algún día llegaría a US$ 1 millón. 

Pandemia y límite al acceso al mercado de divisas mediante, Argentina ocupa, según The 2021 Global Crypto Adoption Index, el puesto n° 10 entre los países de mayor adopción de monedas virtuales, en especial el bitcoin. Radicado en Uruguay por una cuestión de equidistancia entre los dos países donde Ripio está más activo, Brasil y Argentina, Serrano es una de las personas que más y mejor conocen el mercado de criptomonedas.

Sebastián Serrano

¿Recordás cuándo y a cuánto compraste tu primer bitcoin?

Sí, fue en 2012, cuando comenzaba a conocer el mundo de las finanzas digitales. Lo pagué US$ 20 y claramente fue una de las mejores inversiones que hice.

¿Cómo imaginás que se va a desarrollar la moneda en el futuro cercano?

Si tenemos en cuenta el volumen de operaciones y adopción que está teniendo por estos días, no es difícil imaginar que para marzo de 2022 alcance un volumen de US$ 100.000. Ahora bien, si pensamos en un futuro mediato, creo que para 2025 puede alcanzar ente los US$ 500.000 y US$ 1 millón.

Ese crecimiento vertiginoso que observás en la moneda, ¿cómo se traduce en el desarrollo de tu compañía? 

Hoy Ripio es una compañía con presencia en Argentina y Brasil y pelea el liderazgo de América Latina. Tenemos un ingreso de entre 10.000 y 20.000 cuentas nuevas por día y esperamos terminar el año con más de 3 millones de usuarios. A través de nuestra plataforma se transaccionan más de US$ 200 millones mensuales y, además, somos 300 personas que trabajamos hoy y tenemos búsquedas abiertas por otras 200

En todo este contexto, uno de los logros más importantes es que nos convertimos en la plataforma de operaciones mayoristas más grande de la región. Tenemos más de 300 clientes corporativos, es un segmento que está creciendo muy rápidamente. Parte de esto se explica a raíz de que el año pasado hubo empresas públicas en EE.UU. que empezaron a comprar criptoactivos. Todo esto es sinónimo de confianza de los inversores institucionales, más allá de los usuarios individuales. 

Ese entusiasmo y confianza en una moneda descentralizada te permite pensar qué se puede hacer con el peso argentino para que no sufra los vaivenes de la economía global. 

Acá podemos pensar qué hubiera sucedido si el Banco Central argentino le hubiera hecho caso a otro evangelizador como Santiago Siri, que sugirió convertir un tercio de las reservas del país en bitcoin hace cuatro años. 

Claro, me refiero exactamente a eso. ¿Qué solución se te ocurre a vos? 

Todos los países necesitan una moneda local, fundamentalmente para celebrar los contratos y que estos sean previsibles en una moneda. Como reserva de valor, el bitcoin es una excelente alternativa, pero es muy difícil hacer contratos. Lo que yo haría es convertir el peso en un token ERC20 Ethereum. Es decir, un token perteneciente a la plataforma descentralizada de contratos inteligentes Ethereum. Su nombre significa Ethereum Request for Comments o, en español, Solicitud de Comentarios de Ethereum, y el número 20 se establece como una identificación estándar para diferenciarlo de los demás. 

Estos tokens, que se construyen en la parte superior de la blockchain de Ethereum, son protocolos estándar que regulan la emisión de nuevos tokens en la red, lo que supone que todos los nuevos tokens deben cumplir ciertas reglas y parámetros para su aceptación. El objetivo y la necesidad de este estándar, aparte de crear un parámetro a seguir, es crear interoperabilidad entre tokens y fomentar mejoras en el ecosistema de Ethereum. 

Sebastián Serrano, Ripio.

¿Se puede pensar en una moneda regional? 

Absolutamente, y lo mejor sería en una moneda para toda la región que no esté anclada a una economía en particular. Dar ese salto ofrece una oportunidad para entrar a la economía futura. Estoy seguro de que algún país lo va hacer porque es el camino para conectar a las finanzas descentralizadas con un sistema 10 veces mejor, más seguro y estable que Wall Street. 

¿Cuánto y cómo ha cambiado tu visión sobre las monedas virtuales desde tus comienzos en 2012 hasta el día hoy? 

Mi visión ha ido evolucionando sobre todo con relación al potencial que tienen las finanzas descentralizadas. En el comienzo mi mirada estaba muy asociada a una moneda global y a un sistema de pagos. Y al año nos dimos cuenta de que era algo más grande, como un verdadero acceso a la próxima economía digital. Lo que ha venido a cambiar la tecnología blockchain es que, como nueva plataforma de cómputo, el software está por arriba del hardware. La humanidad viene creando plataformas de cómputo como los servidores main frame, los sistemas militares, luego las personales, luego internet y hoy los desarrollos móviles. Blockchain le ofrece a Internet memoria y una base de datos distribuida con máquinas virtuales que potencian toda la capacidad de cómputo conocida hasta el momento. Significa invertir el poder entre el hardware y el software, porque antes el dueño del hardware era quien tenía el control y eso ya no ocurre: hoy podemos escribir códigos prometiendo cosas y cumplirlas. 

Criptomonedas.

¿Cuál sería un ejemplo? 

Por ejemplo, la promesa de emisión de bitcoin: nunca va a haber más de 21 millones de bitcoin. Para nosotros es la primera vez que la humanidad llega a consensos globales a través de la matemática y no el uso de la fuerza. Esta plataforma de cómputo promueve nuevas formas de coordinación y colaboración sin la necesidad de los Estados. 

¿Por qué el bitcoin no es una burbuja, o cuál es el valor intrínseco que tiene como moneda? 

Todo lo que tiene valor es porque alguien le da valor, desde el momento en que alguien está dispuesto a comprar un bitcoin esa moneda va a tener valor. Podemos pensar que siempre va a haber alguien dispuesto a comprar un bitcoin y me atrevo a asegurar que sí. Hay suficiente gente que cree en la tecnología y en la descentralización, y que utiliza la plataforma como transferencia y acceso a la economía online. 

¿Podemos decir que el bitcoin cumple con la ley de Metcalfe? 

Efectivamente, la Ley de Metcalfe dice que el valor de una red de telecomunicación aumenta proporcionalmente al cuadrado del número de usuarios. Hoy se estima que los usuarios de criptomonedas alcanzan el 1% de la población. Mientras que Coinbase dice que solo ellos tienen 68 millones de cuentas validadas, las estadísticas globales señalan que hay casi 200 millones de usuarios. El objetivo es llegar a toda la humanidad. 

¿Cómo observás el desarrollo de otras monedas digitales? 

Dentro de la comunidad Ripio identificamos monedas con potencial. Así fue como detectamos muy temprano a Axie Infinity, que en tan solo tres meses pasó de US$ 8 a US$ 150 de su valor. El grueso de nuestro portfolio está basado en Bitcoin y Ethereum, pero está claro que vamos hacia un mundo basado en la tokenización. Sabemos que Internet es el próximo mercado de capitales vamos a ver muchos activos más. Una de las apuestas más importantes será identificar cuál será la segunda plataforma de contratos inteligentes más importante. En todo desarrollo tecnológico siempre hay dos tecnologías fuertes: iOS y Android, AMD y Intel, siempre hay dos. En las plataformas de comptos Ethereum es la principal, y ahora debemos descubrir cuál es la segunda: ¿será Polkadot, Cardano o Solana? Esta será la batalla de los próximos años.