¿Se acabó el "negocio del dólar colchón"? Esto opinan los expertos
Se cree que los próximos años continuarían bajo una cierta dinámica, siempre y cuando se mantengan controladas dos variables fundamentales: la estabilidad del peso y la política económica y fiscal.

A lo largo de los años, el ahorrista argentino promedio adoptó una simple y aparentemente efectiva estrategia para deshacerse de sus pesos: atesorar dólares a más no poder, sin importar su precio. En consecuencia, en muchos escenarios de inestabilidad, pudo proteger parcialmente su patrimonio. Sin embargo, la situación de cara al futuro podría ser diferente.

"El dólar 'debajo del colchón' fue una forma tradicional de ahorro del argentino, heredada culturalmente durante décadas. Sin embargo, es una opción de cobertura devaluatoria, es decir que no se está invirtiendo cuando se atesora la divisa norteamericana. Pero en nuestro país, al haber ocurrido diferentes debacles de los tipos de cambio, dejando en grandes necesidades al trabajador, este siempre tuvo en la cabeza la idea de 'peso que sobra, volcarlo a la compra de dólar'", comentó Adrián Moreno, economista y asesor financiero en Sailing Inversiones.

Por su parte, Leonardo Anzalone, director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC), sostuvo que la estrategia tuvo sentido en períodos de alta incertidumbre y con políticas económicas que no ofrecían alternativas confiables en pesos. "Desde la hiperinflación de los 80 hasta los sucesivos controles cambiarios y crisis financieras, el dólar fue la forma más accesible de resguardo de valor. En momentos de fuertes devaluaciones, quienes se mantuvieron en dólares evitaron pérdidas patrimoniales en términos reales", agregó.

 

No obstante, desde el cambio de Gobierno a finales de 2023, la situación comenzó a cambiar, ya que el tipo de cambio libre se estabilizó nominalmente y comenzó a caer en términos reales (contemplando la inflación en moneda local). De hecho, por esta razón, ganaron popularidad los instrumentos financieros en pesos que permitían "hacer tasa".

"El mindset del ahorrista tuvo que hacer uso de otros instrumentos, muchos de ellos en pesos, para obtener mayor ganancia. Es así como la bolsa creció más de 100% en dólares en 2024 e instrumentos con tasa fija como las Lecaps fueron los elegidos para arriesgados y para conservadores con el fin de ganarles a las opciones en dólares", señaló Moreno.

En este contexto, se cree que los próximos años continuarían bajo esta dinámica, siempre y cuando se mantengan controladas dos variables fundamentales, la estabilidad del peso y la política económica y fiscal.

"Si la inflación se mantiene en baja y la brecha cambiaria se reduce, el atractivo del dólar disminuye, al menos para inversiones de corto plazo", contó Anzalone. "Si el Gobierno logra un superávit fiscal sostenido, acumula reservas y estabiliza expectativas, se van a mantener las oportunidades en pesos con tasas reales positivas", agregó.

Ante la situación, Moreno dijo que sería conveniente para cada ahorrista tener una estrategia mixta con instrumentos financieros en pesos y dólares, dependiendo de sus objetivos, "aunque probablemente lo más acertado no sería volcarse de lleno a invertir en moneda dura, porque probablemente los activos financieros en moneda local avancen con mayor rapidez si estas variables continúan con la misma sintonía".