El Índice Merval, que mide el desempeño de las principales compañías argentinas que cotizan en bolsa, actualmente tiene un valor aproximado de 150.500 puntos, por lo que se encuentra en máximos históricos.
No obstante, la situación cambia cuando se lo mide en dólar CCL. En este caso, apenas supera los US$ 497, es decir que está un 73% por debajo del récord de US$ 1.800 de principios de 2018.
Por este motivo, algunos inversores creen que todavía hay recorrido al alza, pero el hecho de que el índice ya se haya recuperado casi un 110% desde el mínimo de marzo de 2020 genera dudas.
Para Diego Matianich, jefe de Investigación en Inversor Global, “los precios de muchas acciones argentinas siguen siendo irrisorios, a pesar de la revalorización en dólares”, aunque aclaró que “el problema es que la macroeconomía argentina sigue estando muy deteriorada y las expectativas hacia adelante no son muy alentadoras”.
“Las subidas (y bajadas) de las acciones argentinas están relacionadas a la especulación y no tanto a los fundamentos. Argentina es un mercado de trading y lo seguirá siendo mientras no haya un cambio en las reglas de juego, que permita una fuerte entrada de capitales”, agregó el especialista.
Posteriormente, Matianich proyectó que existe la posibilidad de que las expectativas electorales “jueguen un factor fundamental” en el rumbo del mercado hacia adelante, y concluyó que, para un inversor con baja aversión al riesgo, “las acciones argentinas podrían seguir siendo una oportunidad en un entorno internacional complejo e impredecible”, pero “siempre es conveniente mirar empresa sólidas y con buenos fundamentos”.
Por su parte, Miguel Braun, asesor financiero independiente, coincidió en que resulta sensato invertir en acciones muy específicas que tengan valor, gracias a su potencial de crecimiento, sus bajas valuaciones y su buen equipo de gestión.
“En vez de apostar por todo el Índice Merval, prefiero invertir en acciones concretas que tengan un margen de seguridad, porque su precio es inferior a su valor, y que además puedan seguir creciendo en el futuro independientemente del gobierno de turno”, sostuvo el experto.
“Comprar el Índice es apostar a que la economía argentina va a mejorar mágicamente, o especular con el trade electoral. Por eso en vez de especular prefiero invertir en dos o tres empresas puntuales directamente, que cumplan con las características que a mí me gustan”, sentenció Braun.