Cada vez son más los argentinos que ante la falta de previsibilidad económica y financiera deciden invertir en proyectos inmobiliarios de corto, mediano y largo plazo. Las inversiones en el mercado de real estate son consideradas como las más confiables y seguras. La única contra que tenían era que se necesitaba una gran cantidad de dinero para ser parte del proyecto.
Hoy, el crowdinvesting inmobiliario permite que cualquier persona, con solo $ 10.000 sea inversor y participe de un proyecto inmobiliario. Simplestate realizó un relevamiento que analiza el perfil del inversor argentino en base a sus más de 1.000 clientes que ya invirtieron más de US$ 6 millones.
De acuerdo a los datos analizados, el 65% de los inversores en crowdfunding inmobiliario en el país son hombres, mientras que el restante 35% son mujeres.
"Hasta hace no muchos años, las finanzas de los hogares y las decisiones de inversión eran casi exclusivamente de los hombres. Hoy en día, en cambio, se democratizó mucho. Si bien todavía falta, que un 35% de las personas que invierten en proyectos inmobiliarios sean mujeres es un gran avance", explica Gonzalo Abalsamo, uno de los fundadores y CEO de Simplestate.
Rango etario
Respecto de las edades, es el rango de entre 25 a 34 años es el que más invierte en crowdfunding inmobiliario, con un 32% total, seguido por las personas entre 35 a 44 años con un 27%. El podio lo completan los inversores de 45 a 54 años con un 22%. El resto está dividido entre los 55 a 64 años (10%), menores de 25 años (5%) y mayores de 65 (3%).
Un punto interesante a destacar es que la diferencia de género entre los inversores cambia enormemente según el rango etario. "Lo que notamos es que a medida que aumenta la edad, también se incrementa el porcentaje de mujeres que invierte", cuenta Abalsamo.
Mientras que entre los menores de 34 años el 72% de las personas que invierten en proyectos inmobiliarios a partir del crowdfunding son hombres, y solo un 28% son mujeres; entre los 35 y los 54 la proporción cambia a un 68% hombres y 32% mujeres. Se sigue equiparando en el rango de los 55 a 64 (54% hombres y 46% mujeres) para igualarse, en un 50%, en los mayores de 65 años.
La democratización de este tipo de inversiones se ve no sólo en el género y en el rango etario, sino que también a nivel geográfico. Casi el 40% de las personas que invierten en crowdinvesting inmobiliario son de la Ciudad de Buenos Aires, seguido con más de un 30% por la provincia de Buenos Aires y un 15% por Córdoba, pero también hay inversores de Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos, Río Negro, Corrientes, Salta, Misiones y Jujuy.
"Hoy en día, el perfil de inversor en real estate no es el tradicional, que busca quedarse con parte del inmueble. La nueva generación de inversores, que nunca invirtieron antes o lo hacen en cripto o plazo fijo esperando una rentabilidad a corto plazo, hoy encuentran en el real estate una nueva herramienta financiera", comenta Abalsamo.
En la misma línea, agrega el CEO, "veremos cada vez más proyectos que se financian de esta forma, donde cada uno invierte lo que puede y es parte de un edificio o un departamento en las mejores zonas de Capital, Buenos Aires y, ahora, en Córdoba".
De la Argentina al mundo
En conversación con Forbes Argentina, Sofía Gancedo, cofundadora de Bricksave, explica cómo, con un capital inicial de US$ 1.000, la plataforma ofrece retornos de hasta el 10 por ciento. La argentina es hoy Chief Operating Officer de Bricksave, la plataforma online de inversiones inmobiliarias a través de crowdfunding, de la cual es cofundadora.
En un contexto actual favorecido por el uso permanente de la tecnología, el crowdfunding crece a gran velocidad, permitiendo que grupos chicos accedan a inversiones grandes. Un departamento en la 5ª Avenida en Nueva York hoy es un activo accesible a inversores latinos.
"Siempre tuve el deseo de democratizar el sistema inversor que hasta ahora estuvo restringido a personas de altos recursos", aclara. Pero son otros tiempos. En la actualidad, el público en general puede acceder a inversiones a un bajo costo de transacción y sin barreras de ingreso a través de un sistema que elimina a los intermediarios. A través de las plataformas digitales, la persona entabla vínculo directo con el activo. "Nuestro desafío es simplificar la inversión", señala.
El perfil promedio de quien invierte en Bricksave es el de una persona de entre 45 y 60 años con negocio propio o emprendedor que se anima a probar alternativas nuevas. Las mujeres son un poco más temerosas, aunque Gancedo confiesa que está comprobado que las mujeres de 40 años que trabajan son las mejores inversoras. Las que aún no se animan es por falta de entendimiento.
"Pretendemos llegar a cualquiera que quiera invertir en real estate en el mundo, siempre y cuando sean personas con capacidad de ahorro", reafirma.