¿Qué es lo que frena a una persona a invertir sus ahorros? Por lo general, la razón principal tiene que ver con la falta de conocimiento. Derribar las barreras de acceso a la inversión es todo un desafío. Es clave contar con la herramientas necesarias para que cualquier persona pueda dar el salto y que, a su vez, encuentre una opción accesible que le satisfaga.
De acuerdo a los datos analizados por Simpleestate, el 65% de los inversores en crowdfunding inmobiliario en el país son hombres, mientras que el restante 35% son mujeres. A pesar de una clara diferencia en los números, los datos no son negativos si se tiene en cuenta el crecimiento del sector femenino durante los últimos años.
“Hasta hace no muchos años, las finanzas de los hogares y las decisiones de inversión eran casi exclusivamente de los hombres. Hoy en día, se ha democratizado mucho, y plataformas como la nuestra potencian y facilitan la inclusión de todos en las inversiones y el mundo inmobiliario. Por eso vemos que, si bien todavía falta, que ya un 35% de las personas que invierten en proyectos inmobiliarios sean mujeres es un gran avance”, explica Gonzalo Abalsamo, uno de los fundadores y CEO de Simplestate.
Frente a este desafío, desde la plataforma de inversiones inmobiliarias realizaron un estudio con el objetivo de analizar el perfil de la mujer inversora en Argentina y entender sus prioridades a la hora de decidir dónde poner sus ahorros.
Una de las conclusiones que arrojó la investigación fue que, entre sus más de 300 clientas mujeres -el 33% de su cartera de inversores-, predomina un perfil de mujer de 40 años, de nivel terciario y universitario, en su mayoría de la provincia de Buenos Aires y que invierten un ticket promedio de US$ 1.226.
“El mundo de la economía y, más aún el de las finanzas, son espacios históricamente masculinizados. Incluso la ambición aparece como una característica negativa para las mujeres mientras que es una positiva para los varones", subraya Candelaria Botto, es economista, docente y comunicadora. En ese sentido, agrega que "esta doble vara también la estamos cambiando".
Para la economista, "un paso fundamental para la construcción de una sociedad más igualitaria es generar la autonomía económica de las mujeres que pueda dar libertad en su acción", y para esto "se deben achicar las brechas existentes en el mercado laboral y mejorar las herramientas y la educación financiera para potenciar sus ingresos”, sostiene quien trabaja como directora de ecofeminita.com y en diversos medios televisivos, radiales y gráficos haciendo divulgación económica.
Otro aspecto clave del informe es que la preferencia que prevalece es la de invertir en una renta final. ¿Qué quiere decir esto? Son mujeres que invierten en proyectos con un retorno de inversión a corto y mediano plazo en dólares.
Este 73% de mujeres son de un perfil más conservador y moderado que buscan asegurarse un ingreso extra mensual y lograr un equilibrio entre riesgos y beneficios.
El 27% restante de mujeres invierte en proyectos con renta mensual, es decir, son inversiones desde los US$ 1.000 o su equivalente en pesos, con ganancias mensual en dólares y una renta al finalizar el proyecto. “Independientemente de estas diferentes elecciones, notamos que las mujeres son más decididas y no suelen consultar. Llegan a Simplestate ya sabiendo en qué proyecto quieren invertir. Lo que no pasa con los hombres, que suelen consultar y preguntar mucho más”, comenta Gonzalo Abalsamo, CEO de Simplestate.
Otros datos destacados: las encuestadas se consideran principiantes en el mundo de las inversiones y deciden invertir cuando tienen un dinero extra, es decir, no es un hábito consolidado. Además, lo hacen con el objetivo de ganarle a la inflación y tener un ingreso extra. A la hora de elegir una inversión ponen énfasis en la rentabilidad por sobre la flexibilidad del retiro.
Paralelamente, el 25% de las mujeres que invierten en Simplestate son clientes Black o premium. Este perfil se caracteriza por ser un inversor con alto conocimiento en diferentes tipos de inversiones y con ingreso estable alto.
Además, son profesionales o emprendedores y tienen interés puntual en el mercado inmobiliario. En general, ya han invertido en plazos fijos y en fondos comunes de inversión, y no es extraño que también tengan alguna experiencia en el mercado de capitales, ya sean acciones o bonos.
Abalsamo asegura que “estos inversores premium determinan en qué invertir según la seguridad y el respaldo que cada proyecto ofrece y encuentran en nuestra plataforma la posibilidad de diversificar el capital en el mercado inmobiliario con distintos modelos de inversión, plazos y rentabilidades”.
El perfil del inversor argentino
Respecto de las edades, es el rango de entre 25 a 34 años el que más invierte en crowdfunding inmobiliario, con un 32% total, seguido por las personas entre 35 a 44 años con un 27% y el podio lo completan los inversores de 45 a 54 años con un 22%.
El resto está dividido entre los 55 a 64 años (10%), menores de 25 años (5%) y mayores de 65 (3%). Un punto interesante a destacar es que la diferencia de género entre los inversores cambia enormemente según el rango etario. “Lo que notamos es que a medida que aumenta la edad, también se incrementa el porcentaje de mujeres que invierte”, cuenta Abalsamo.
Mientras que entre los menores de 34 años el 72% de las personas que invierten en proyectos inmobiliarios a partir del crowdfunding son hombres, y solo un 28% son mujeres; entre los 35 y los 54 la proporción cambia a un 68% hombres y 32% mujeres. Se sigue equiparando en el rango de los 55 a 64 (54% hombres y 46% mujeres) para igualarse, en un 50%, en los mayores de 65 años.
La democratización de este tipo de inversiones se ve no sólo en el género y en el rango etario, sino que también a nivel geográfico, ya que casi el 40% de las personas que invierten en crowdinvesting inmobiliario son de la Ciudad de Buenos Aires, seguido con más de un 30% por la provincia de Buenos Aires y un 15% por Córdoba, pero también hay inversores de Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos, Río Negro, Corrientes, Salta, Misiones y Jujuy.
“Hoy en día el perfil de inversor en real estate no es el tradicional, que busca quedarse con parte del inmueble. La nueva generación de inversores, que nunca invirtieron antes o lo hacen en cripto o plazo fijo esperando una rentabilidad a corto plazo, hoy encuentran en el real estate una nueva herramienta financiera”, comenta Abalsamo.