La producción de pistacho en el país lleva casi cuatro décadas, en su mayor parte concentrada en las provincias de San Juan y Mendoza, donde se encuentra más del 90% de las hectáreas cultivadas a nivel nacional, y en menor medida La Pampa, San Luis y Catamarca. Pero en el último lustro el pistacho se ha transformado en un auténtico imán que atrae importantes inversiones.
Con una demanda creciente a nivel global y pocos países productores, Argentina busca insertarse en un mercado que tradicionalmente lideraron Irán, Irak y Turquía, pero en el que hoy talla fuerte Estados Unidos, el principal productor mundial, con el cultivo concentrado en el estado de California.
También juegan el partido por la oferta de este fruto seco, muy codiciado como snack (con cáscara y pelado) y en preparaciones como harina o pasta de pistacho, países como Grecia, Italia, España y Australia. Y en este selecto grupo de países se está metiendo lentamente Argentina.
Según fuentes oficiales en los últimos cinco años la superficie implantada creció un 500%, especialmente en el sudeste de San Juan, que concentra el 87% de las hectáreas totales dedicadas a pistacho, y el norte de Mendoza. En todo el país hay unas 7.000 hectáreas implantadas, pero se espera llegar rápidamente a las 10.000 hectáreas.
Los pioneros
El pistacho es natural de Medio Oriente y llegó al país en la década del '80 de la mano de Marcelo Ighani, empresario de origen iraní que trajo semillas de modo experimental, si tener claro si estas tierras y el clima eran aptos para la producción de pistacho.
Con 41 años en mercado su empresa Pisté S.R.L. además de tener plantaciones y producir pistacho con y sin cáscara, tiene un vivero de riego por goteo, capaz de proveer plantas jóvenes variedad UCB1 y Pioneer Gol, sobre las que luego se injertan las variedades productivas Kerman (hembra) y Peters (machos). Cada año germinan 80.000 semillas traídas de EE.UU. de California y Arizona.
La actividad "ha crecido mucho en los últimos cinco años, ahora algunos ven que el pistacho se puede producir en el país porque crece la demanda, pero nosotros tenemos más de 35 años produciendo", señala Leopoldo Bravo, gerente de Frutos del Sol S.A., la compañía afincada en el departamento de 25 de Mayo en el Valle de Tulúm (San Juan) hace 37 años.
Frutos del Sol es el mayor productor del país, exporta a diez destinos y tiene en el mercado pistacho con cáscara y sin cáscara, también con cáscara tostado y salado, harina y aceite de pistacho y crocantino al pistacho. Venden unos 400.000 kilos al mercado interno y exportan 1,6 millones kilos de pistacho al año.
"Exportamos a Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay, China, Alemania e Italia y tenemos un depósito en Florencia, cerca del puerto de Génova, para abastecer a los mercados con mayor rapidez", señala Leopoldo Bravo, nieto de su homónimo, el exlíder del Partido Bloquista y exgobernador sanjuanino en tres ocasiones.
Plantar y esperar
Entre las firmas que entraron al negocio más recientemente, se cuenta SolFrut, empresa del Grupo Phrónesis que cuenta con cuatro divisiones: Agro, Aceites, Alimentos y Vinos. SolFrut es líder en olivicultura por capacidad de producción, con su marca Oliovita.
"La primera etapa en pistacho empezó en 2019, hemos plantado una superficie importante, con una fuerte apuesta productiva a través del modelo californiano que permite una producción de 2500/3000 kilos por hectárea, mientras que en el modelo tradicional de Irán se producen 300 kg/ha", asegura José Chediack, presidente de Grupo Phrónesis.
Apuntando a una integración vertical en el negocio, SolFrut tiene hoy plantadas más de 900 hectáreas con pistacho y prevé llegar a 1100 has para fines de 2025. No es poco si se tiene en cuenta que en todo el país hay unas 7000 hectáreas implantadas.
El pistacho es un cultivo que requiere importantes inversiones, más que nada porque los primeros lotes de producción se dan 6 o 7 años después de la primera poda. Hoy están creciendo también los pooles de inversión y fideicomisos con gente que vienen de otras actividades, pero quiere tener un pie en el pistacho.
"Son inversiones muy grandes, nuestro plan de inversiones es unos US$ 30.000 por hectárea, a esto hay que sumarle la planta industrial", explica Chediack, quien agrega que Argentina rápidamente podría llegar a las 10.000 hectáreas implantadas.
Pistachos de los Andes, arrancó en 1998 con 75 hectáreas en Punta del Agua, partido de 25 de Mayo (San Juan) y hoy ya cuenta con 300 hectáreas dedicadas al cultivo de pistacho, además de un vivero y una planta de elaboración con tecnología de punta.
Abarca el ciclo completo de producción, desde la germinación de las semillas, la plantación, cosecha, procesamiento y envasado, hasta la comercialización, abasteciendo el mercado interno y exportaciones a España, Italia, Brasil, Chile y Colombia.
Otros jugadores son Dulpa S.A, que cuenta con 90 hectáreas en San Juan, y de dos décadas en el negocio, o BMF Agro, a través de Finca Boni, liderada por Facundo Balboni, productor de pistachos que se sumó hace pocos años y es propietario de una planta industrializadora en la provincia de Mendoza.
Información clave
Este mes el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) presentó la primera zonificación agroclimática del cultivo, tomando datos meteorológicos e información fenológica registrados durante una década, con el fin de determinar cuáles pueden ser las zonas más productivas y el potencial de ellas.
Es una información sensible dado que se trata de un cultivo que requiere inviernos muy fríos (-7°) y veranos muy cálidos (+30°) pero, además, disponibilidad de agua porque se alcanzan los mayores rendimientos con producción bajo riego.
"A partir de las demandas de los productores, sistematizamos una década de datos para elaborar este mapa, que se enfoca en la variedad Kerman, la más difundida en el país", explicó a Forbes Eduardo Trentacoste, especialista en fruticultura del INTA La Consulta, Mendoza. Trentacoste trabaja con un equipo integrado también por Javier Chaar (INTA Guaymallén), Gonzalo Sánchez (Conicet, UNSJ, INTA San Juan), Franco Calvo (Conicet, IASO-UNdeC, La Rioja), Luján Masseroni y Paolo Sartor (INTA 25 de Mayo, La Pampa).
"Argentina tiene un potencial de 10 a 12.000 hectáreas implantadas con pistacho", asegura Trentacoste, y aclara que en este cultivo "la limitante es el agua". Pese a ello, destaca que tras la presentación de la zonificación "empezó a haber muchas consultas de Neuquén y Córdoba", de productores e incluso de viveros. El mapa es de libre acceso y busca reducir riesgos y aumentar la rentabilidad de las inversiones privadas.