En épocas de crisis o recesión, muchos trabajadores en relación de dependencia pierden sus empleos y otros tantos independientes sufren de una fuerte baja de ingresos.
Como consecuencia, no cuentan con un sólido flujo de fondos que sirva para hacerles frente a los gastos fijos, lo que obliga a tomar deuda y/o a entrar en pánico.
Afortunadamente, se puede evitar esta situación anticipándose y creando un fondo de emergencia, que actuará como “colchón financiero”. Ahora bien, ¿cuánto dinero hay que ahorrar?
Para Ramit Sethi, especialista en finanzas personales y autor del superventas Te enseñaré a ser rico, hay que calcular un monto que permita “mantener las luces encendidas”.
Como ejemplo, trazó un paralelismo con los dispositivos electrónicos: “Es como si tu teléfono se pone en modo de bajo consumo de batería. Deja de hacer todas esas cosas extra. Lo mismo quieres hacer contigo en momentos como este”.
Básicamente, Sethi mencionó que hay que anotar todos los gastos que afrontamos, a modo de resumen, para luego comenzar a eliminar aquellos que son innecesarios.
En tiempos de incertidumbre, hay que olvidarse de todos los caprichos del día a día, como el cafecito comprado del desayuno o las numerosas plataformas de streaming de películas y música. Además, hay que buscar alternativas más económicas a servicios y productos esenciales, como la comida y el internet, por ejemplo.
Sabiendo cuánto se gasta en lo mínimo indispensable, Sethi comenta que hay que proyectar doce meses. Es decir, tener ahorrado un año entero de gastos.
Con un fondo de emergencia de este tamaño, habrá tiempo para buscar otro empleo o tratar de mejorar las ventas sin tener que sentir miedo e intranquilidad.