El mundo de la inversión ha recorrido un largo camino desde los días de comprar y mantener acciones y bonos. Con la llegada de la tecnología y la globalización de los mercados, los inversores tienen más opciones que nunca. Las estrategias de inversión alternativas, antes reservadas a los ultra-ricos, son cada vez más accesibles a los inversores minoristas.
En este artículo, analizaremos la nueva frontera de la inversión y cómo las estrategias alternativas están remodelando el sector.
Las inversiones alternativas abarcan una amplia gama de activos que van más allá de las acciones y los bonos tradicionales. Incluyen el capital riesgo, los fondos de cobertura, los bienes inmuebles, las materias primas y las criptodivisas. Estos activos suelen ser menos líquidos y más complejos que las inversiones tradicionales, pero ofrecen el potencial de mayores rendimientos y ventajas de diversificación.
Factores que impulsan su crecimiento
Uno de los principales impulsores del crecimiento de las inversiones alternativas ha sido el contexto de bajos tipos de interés y alta volatilidad de la última década. Cuando los tipos de interés estaban en mínimos históricos, los inversores se vieron obligados a buscar fuentes alternativas de ingresos. El capital riesgo y el sector inmobiliario, por ejemplo, tienden a ofrecer rendimientos más elevados que las inversiones tradicionales de renta fija.
Otro factor que impulsa el crecimiento de las inversiones alternativas es la creciente demanda de diversificación, según explican en BlackRock. Las carteras tradicionales compuestas por acciones y bonos pueden no ofrecer una diversificación suficiente, especialmente durante las tensiones del mercado. Las inversiones alternativas, en cambio, tienden a tener bajas correlaciones con los activos tradicionales y pueden proporcionar valiosos beneficios de diversificación.
El auge de la tecnología también ha desempeñado un papel importante en el crecimiento de las inversiones alternativas. Plataformas como el crowdfunding y los préstamos entre particulares han facilitado a los inversores el acceso a activos alternativos. Por ejemplo, ahora los inversores pueden invertir en operaciones inmobiliarias o de capital riesgo con sólo pulsar un botón, sin necesidad de una inversión mínima significativa.
Democratización del acceso
Quizá el avance más significativo en el espacio de la inversión alternativa haya sido la democratización del acceso. En el pasado, las inversiones alternativas sólo estaban disponibles, por lo general, para particulares con patrimonios muy elevados e inversores institucionales. Pero hoy en día, los inversores minoristas pueden acceder a muchas inversiones alternativas a través de fondos cotizados y ETF. Si el inversor está acreditado, también puede tener acceso a verdaderas inversiones alternativas privadas que no están expuestas al mercado bursátil.
Desafíos a superar
Sin embargo, el crecimiento de las inversiones alternativas ha supuesto todo un reto. Uno de los mayores desafíos ha sido la mayor transparencia y liquidez de algunos activos alternativos. A diferencia de las acciones y bonos que cotizan en bolsa, muchos de éstos carecen de liquidez y pueden no tener precios de mercado fácilmente disponibles. La falta de liquidez puede dificultar que los inversores determinen el valor real de sus inversiones y puede provocar la volatilidad de los precios.
Otro reto ha sido la complejidad de algunas inversiones alternativas. Los fondos de capital riesgo/inversión y los fondos de cobertura, por ejemplo, pueden ser muy complejos y requerir una diligencia debida significativa por parte de los inversores. Los inversores minoristas pueden necesitar más conocimientos o recursos para evaluar adecuadamente estas inversiones, lo que puede aumentar el riesgo de pérdidas en la inversión.
Los retos normativos también han sido un obstáculo para algunas inversiones alternativas. Muchas inversiones alternativas están sujetas a una supervisión reglamentaria menos estricta que las inversiones tradicionales, lo que puede aumentar el riesgo de fraude u otras conductas indebidas.
Los reguladores han estado trabajando para resolver estos problemas, pero los inversores deben conocer los riesgos potenciales al invertir en activos alternativos.
Una de las ventajas de trabajar con un asesor autorizado es que sólo están obligados a mostrarle inversiones alternativas que se ajusten a su perfil de riesgo y que estén registrados en la FINRA y la SEC. Esto no significa que estén aprobadas por esos organismos gubernamentales, sólo que la inversión ha sido registrada y es más "pública" que las inversiones privadas que realizan los particulares y las partes no reguladas.
A pesar de estos retos, el crecimiento de las inversiones alternativas no muestra signos de desaceleración. Según un informe de PwC, se espera que los activos alternativos bajo gestión pasen de 10,7 billones de dólares en 2020 a 14 billones en 2025. Esto representa una oportunidad significativa para los inversores dispuestos a adoptar estrategias alternativas.
Entonces, ¿Qué depara el futuro a las inversiones alternativas?
A diferencia de los grandes fondos de inversión que pueden aceptar casi ilimitadamente el dinero de nuevos inversores, la mayoría de las inversiones alternativas tienen un patrimonio finito a disposición de los inversores. Francamente, el acceso a estas inversiones será una limitación, y sólo algunos asesores tendrán acceso.
En nuestros 20 años centrados en el espacio de la inversión alternativa, hemos visto una demanda masiva de nuevos inversores que quieren "entrar". Esto es comprensible y aumentará la demanda de los clientes de trabajar con asesores que puedan satisfacer sus necesidades para acceder a esta clase de activos.
(*) Frederick Hubler es el fundador y director ejecutivo de Creative Capital Wealth Management Group, una firma de estrategia patrimonial basada en anticipos que se especializa en estrategias alternativas ubicada en el condado de Chester, Pensilvania.
