Desde la llegada de Javier Milei al ámbito político, comenzó a hablarse cada vez más de la dolarización de la economía. Sin embargo, se le estuvo prestando poca atención a cómo este cambio de paradigma impactaría en los activos financieros que cotizan en el mercado local, en especial en los tres principales: acciones, bonos y Cedears.
De acuerdo a Mariano Pantanetti, experimentado asesor financiero independiente, el primer efecto de la dolarización, si es que genera un shock de confianza, sería el ingreso de capitales que buscan una renta en dólares o activos en dólares realmente baratos.
Actualmente, la valuación de los activos argentinos, ya sean bonos o acciones, se encuentran en niveles sumamente bajos, lo que presenta una oportunidad para aquellos inversores extranjeros que quieren altos rendimientos, contemplando los riesgos.
En consecuencia, los precios y el volumen de operaciones podrían incrementarse, y los beneficios podrían ser reinvertidos dentro del país, ya que, según el especialista, “si todo es transparente y normal, no debería haber una necesidad imperiosa de retirar el dinero y llevárselo o repatriarlo cada uno a su país”. “Un escenario de normalidad por supuesto que acarrea traer dinero fresco del mundo, ávido de rentas interesantes que no se ven hace muchos años”, expresó.
“Si bien ahora en Estados Unidos, después de dos años de aumentos de la tasa de interés, se han puesto bastante más atractivos tanto los bonos corporativos como los bonos del Tesoro, hemos visto que en el mercado de acciones la volatilidad es mayúscula, pero siempre hay capitales interesados en una renta como la que puede arrojar Argentina con los precios realmente por el suelo y en un entorno dolarizado y con libre transferencia de divisas”, añadió Pantanetti.
Por otra parte, en cuanto a los Cedears, activos que ganaron una sorprendente popularidad en los últimos años, la dolarización podría desincentivar parcialmente su compra debido a que no existiría una necesidad de obtener cobertura cambiaria.
“En un mercado dolarizado, no tendría mayor atractivo el Cedear. Y si el mercado que se genera luego de una dolarización es un mercado de libre transferencia de divisas, no tendría mucho sentido comprar un Cedear, porque podrías abrir una cuenta en el exterior e invertir directamente en el activo subyacente específico”, sostuvo el asesor.
“Como la cotización depende del activo más la cotización del CCL, creció mucho de la mano de las devaluaciones y de la brecha cambiaria. Si eso no existiera, no sé cuál sería el incentivo para seguir invirtiendo en Cedears”, comentó.
No obstante, a pesar de los beneficios a corto plazo de una posible dolarización, Mariano Pantanetti, quien acumula más de 20 años de trayectoria en el mercado local, considera que el plan tendría que llegar junto con un programa mucho más completo para que el incentivo no sea solo temporal y atraiga capitales especulativos, sino inversiones genuinas.