Preocupante: la deuda mundial se disparó a un nuevo récord de US$ 323 billones
El ratio deuda-producto bruto interno global llegó a rondar el 326%, más de 30 puntos porcentuales por debajo del máximo histórico de la pandemia.

De acuerdo al Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), la deuda mundial aumentó en más de US$ 12 billones en los primeros nueve meses del año hasta un récord de casi US$ 323 billones, principalmente por la caída en los costos de endeudamiento y el deseo de asumir más riesgo.

A su vez, el incremento del tercer trimestre fue el tercer aumento trimestral más grande registrado, superado sólo por las subas durante el segundo trimestre y el cuarto de 2020, cuando los países y las compañías tomaron deuda durante la pandemia de Covid-19.

De esta manera, el ratio deuda-producto bruto interno (PBI) global llegó a rondar el 326%, más de 30 puntos porcentuales por debajo del máximo histórico de la pandemia. En tanto, la deuda de mercados emergentes creció a un récord de US$ 105 billones, un 245% del PBI.

 

De cara al futuro, los grandes déficits presupuestarios de los diferentes Estados sugieren que la deuda podría crecer un 30% para 2023 hasta rondar los US$ 130 billones.

"Las crecientes tensiones comerciales y las interrupciones en las cadenas de suministro amenazan el crecimiento económico mundial, aumentando la probabilidad de miniciclos de auge y caída en los mercados de deuda soberana a medida que resurgen las presiones inflacionarias y se ajustan las finanzas públicas", comentaron los especialistas en su informe, añadiendo que el aumento del costo de los intereses como resultado podría "exacerbar las tensiones fiscales" y hacer que la gestión de la deuda sea cada vez más difícil.

En este contexto, el IIF indicó que cumplir los objetivos de reducción de emisiones globales podría añadir US$ 38 billones a la deuda global para 2028. "Con amortizaciones significativas que vencen en 2025 y 2026, particularmente en los mercados emergentes, la creciente volatilidad podría dejar a algunos bonos soberanos vulnerables a cambios repentinos en el sentimiento de los inversores, lo que subraya el riesgo de crisis de liquidez", relataron los analistas.