En otro intento desesperado por levantar los precios del petróleo, Arabia Saudita y Rusia anunciaron un nuevo recorte a la producción que volvió a resultar insuficiente frente a las expectativas recesivas de la economía global.
Como parte de los esfuerzos para garantizar un mercado equilibrado, Rusia reducirá voluntariamente su suministro de petróleo en agosto en 500.000 barriles por día al reducir sus exportaciones a los mercados globales en esa cantidad, dijo este lunes el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak. De esta manera, Moscú se sumó a la estrategia saudí tras haberle soltado la mano en la última reunión de la OPEP+ de junio.
En dicho encuentro y frente a un consenso mayoritario de la alianza de exportadores petroleros de no volver a bajar la oferta de crudo, Riad no tuvo otra alternativa que achicar el bombeo unilateralmente con un millón de barriles diarios menos al día.
Ahora, el Ministerio de Energía saudí anunció a la agencia de prensa oficial del país árabe que extenderá ese recorte voluntario durante agosto y que podría ser prorrogable en el futuro.
Este recorte voluntario adicional viene a reforzar los esfuerzos de precaución realizados por los países de la OPEP+ con el objetivo de apoyar la estabilidad y el equilibrio del mercado petrolero, destacaron.
Como señaló el FMI en sus reportes, Arabia Saudita necesita un barril por encima de los 80 dólares para balancear su presupuesto de este año. Por su parte, la economía rusa viene muy golpeada por la guerra en Ucrania y las sanciones de Europa y Estados Unidos que la obligan a malvender su producción a un rango de 60 dólares por barril.
No están haciendo efecto ni la compra de reservas estratégicas de los Estados Unidos ni las amenazas de los países árabes de reducir su producción. Están desesperados por subir el precio y el mercado no les responde, explicó a Forbes el analista de mercados, Francisco Uriburu.
Se nota un principio de recesión y se adelantaron las compras de invierno en base a los precios bajos que se observan, lo cual afecta directamente los planes árabes de una reconversión energética. A eso se suma que el petróleo ruso sigue en oferta y que la economía china aun no reacciona, agregó el especialista.
En consecuencia, luego de iniciar la jornada del lunes con un alza del 1%, los precios se revirtieron para terminar con una contracción del 1,1% en el WTI y del 0,94% en el Brent para cotizar a 69,86 y 74,7 dólares, respectivamente.