Por la elevada inflación que golpea a la Argentina, los ahorristas buscan diferentes formas de proteger su poder adquisitivo en pesos, en especial de cara al corto plazo. Afortunadamente, existe un instrumento ideal para lograrlo: la caución bursátil, más conocida como “el plazo fijo de la bolsa”.
Si bien se asemejan al vehículo de inversión distribuido por los bancos, no son lo mismo. “Una de las principales diferencias consiste en que, en lugar de prestarle dinero al banco, le prestás a otros inversores y con plazos de tiempo considerablemente menores a los de un plazo fijo. En general, los plazos que más operan son los de 1 a 7 días. Si bien las tasas que operan suelen estar por debajo de un plazo fijo, cuentan con la flexibilidad de no tener un vencimiento de 30 a 90 días”, explicó Maximiliano Donzelli, jefe de Investigación en IOL Invertir Online.
“Actualmente, se observan tasas nominales anuales (TNA) del 68% que implican un retorno en el mes del 5,8%. Si bien la tasa de interés está por debajo del plazo fijo, se pueden invertir de un día para otro y son ideales cuando uno tiene que asignarse fondos excedentes a menos de 30 días”, agregó el especialista.
El atractivo de las cauciones es que ofrecen tres grandes beneficios en comparación con los depósitos a plazo fijo convencionales:
Liquidez y volumen
Las cauciones son los instrumentos financieros más operados en el mercado y cuentan con plazos posibles que van desde 1 a 120 días, lo que permite que la tasa efectiva anual (TEA) sea contundentemente superior a la nominal.
Rentabilidad cierta
A su vez, el “plazo fijo de la bolsa” brinda una rentabilidad cierta. “Cuando se opera una caución, el colocador le presta dinero al tomador y obtiene una tasa de interés pactada en la operación. Teniendo en cuenta esta tasa de interés preestablecida y calculando la tasa efectiva para la cantidad de días de la caución operada, uno puede conocer desde el inicio el retorno de la inversión”, sostuvo Donzelli.
Garantía
Por último, hay que tener en cuenta que las cauciones son operaciones respaldadas por títulos que el tomador entrega como garantía de pago, los cuales se colocan en un fondo de garantía con un aforo establecido según las normas de la Comisión Nacional de Valores (CNV) y Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA).
“Este aforo es un porcentaje establecido para cada valor negociable que es entregado en garantía de forma tal que el colocador cubra el 100% de la garantía”, resumió el analista.