Saudí Aramco, la gigantesca petrolera estatal de Arabia Saudita, que es la tercera compañía más grande del mundo gracias a una capitalización bursátil de US$ 2,08 billones, ha expresado su optimismo sobre los mercados petroleros para todo el 2023, a pesar de la esperada recesión mundial.
Durante la conferencia Energy Asia llevada a cabo en Kuala Lumpur, la capital de Malasia, el director ejecutivo Amin Nasser manifestó esta confianza: "Creemos que los fundamentos del mercado del petróleo se mantienen sólidos en general durante el resto del año".
Su optimismo se basa en las perspectivas de una fuerte demanda de los principales importadores, China e India, a pesar de los signos de estancamiento del crecimiento en China, lo cual ha llevado a recortes en las tasas de interés clave en el país.
De acuerdo al ejecutivo, a pesar de los riesgos de recesión en los países de la OCDE, las economías en desarrollo están impulsando un crecimiento de la demanda de petróleo de más de 2 millones de barriles por día este año. Además, proyectó que, una vez que la economía mundial comience a recuperarse, se ajustarán los balances de oferta y demanda en la industria.
Las afirmaciones de Saudí Aramco coinciden con la predicción de la Agencia Internacional de Energía, que estima un aumento de la demanda mundial de petróleo en 2,4 millones de barriles por día en 2023, superando el aumento del año anterior. La agencia destaca que China representa el 60% de estas ganancias, mientras que la demanda en India también se mantiene sólida.
A pesar de los avances en energías renovables y vehículos eléctricos, Nasser enfatizó que no son suficientes para satisfacer el crecimiento del consumo mundial de energía. A su vez, destacó la importancia de la seguridad energética y la asequibilidad en un momento en que las políticas de transición energética amenazan el camino hacia la prosperidad en Asia.
Por otro lado, la compañía petrolera advirtió que la dependencia excesiva de la nueva energía antes de que esté lista para asumir la carga podría llevar a un caos energético. En este marco, Nasser sostuvo que la demanda de energía convencional, como el petróleo y el gas, sigue aumentando, mientras que el carbón continúa siendo la principal fuente de electricidad en el mundo.
Aunque los precios del petróleo han mostrado una ligera alza, con el Brent a US$ 74,5 por barril y el West Texas Intermediate a US$ 69,8, Saudí Aramco mencionó que la nueva energía debe estar preparada antes de reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
