El ministro de Economía, Martín Guzmán, se mostró confiado en Washington DC de que podrá superar la primera revisión del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), prevista para mayo próximo, a la vez que buscó promover el desarrollo energético en el país.
Esta revisión será clave para gatillar el desembolso de aproximadamente US$ 4.150 millones, que servirán para cancelar los vencimientos de la deuda con el organismo por US$ 3.800 millones previstos para junio próximo, y acumular el resto en reservas.
El funcionario argentino afirmó que las metas del acuerdo de la Argentina "no se van a cambiar" e incluso se van a "priorizar los gastos de la protección social", tras la reunión que ayer mantuvo con la directora gerente del organismo multilateral, Kristalina Georgieva, que se dio como broche de una semana de intensas reuniones con el staff del Fondo, encuentros bilaterales y con empresarios en dicha ciudad.
"Hemos sobrecumplido las metas fiscales del primer trimestre, y hemos logrado acumular reservas", aseguró Guzmán a la prensa, al finalizar el encuentro que se desarrolló en el marco de la Asamblea de Primavera del FMI y el Banco Mundial, en la capital de los Estados Unidos.
Antes, con empresarios, había afirmado que "los fundamentos de la economía están mejorando, las reservas de divisas crecen, el financiamiento monetario está disminuyendo; la brecha cambiaria, que existe, también disminuyó, se redujo unos 40 puntos en los últimos dos meses", destacó.
El titular de Palacio de Hacienda analizó con Georgieva que "el sendero fiscal fue en la línea de lo pactado, hay sobrecumplimiento respecto de la emisión monetaria alcanzando el 0,15% del producto", y se obtuvo "crecimiento en la acumulación de las reservas internacionales".
Las cuentas del Estado Nacional cerraron marzo con un déficit de 99.753 millones, por lo que el primer trimestre arrojó un resultado primario negativo de $192.735 millones, cuando el déficit pactado con el FMI por el Acuerdo de Facilidades Extendidas alcanzaba a $222.264 millones.
Por parte, Georgieva destacó en Twitter la "muy buena reunión con el ministro Martin Guzmán", luego de encontrarse con el ministro, y agregó que durante el diálogo ambos discutieron "la continua recuperación económica de Argentina, el desafío de abordar la inflación frente al impacto de la guerra en Ucrania y el progreso hacia la primera revisión del programa".
Tanto el FMI como el Gobierno argentino coincidieron en que el problema de la Argentina es lograr combatir la inflación.
Al respecto, el ministro Guzmán enfatizó que "el programa económico ayuda a la Argentina a continuar el crecimiento y atacar la inflación".
Por su parte, Georgieva se refirió a la actualidad y perspectivas de la Argentina en el marco de una rueda de prensa: "Nos encontramos con un objetivo común, y es tener un programa que se pueda implementar con éxito y ayudar al pueblo argentino. Entonces el mayor desafío que tenemos por delante es poder implementarlo", "Y en ese sentido -continuó- por supuesto la implementación debe incluir una recalibración que tome en cuenta el impacto de los cambios globales sobre la Argentina".
La titular del Fondo observó que "algunos cambios son buenos porque (Argentina) es un exportador de materias primas".
Sin embargo, agregó, "el gran riesgo es la inflación que, como saben, también ha sido empujada por factores exógenos y, por lo tanto, una gran parte de la atención será colocada en tratar de bajar la inflación a un punto en el que la gente en Argentina tenga confianza para ahorrar en su propia moneda".
Pese a este flagelo que aqueja a la Argentina, el Fondo elevó las proyecciones de crecimiento del país a 4% en 2022, resultando en una mejora en un punto porcentual respecto de las previsiones de enero último.
Por su parte, Guzmán, al participar del foro de ministros y presidentes de Bancos Centrales del G20 que tuvo lugar a mediados de la semana, reconoció que "el desafío más complejo, consistente con la historia argentina, ha sido el problema inflacionario y el contexto de la guerra en Ucrania ha intensificado las presiones".
El funcionario agregó que el conflicto armado en ese país tiene consecuencias tremendas sobre los precios de los alimentos, la energía, los metales, es una alteración profunda de las cadenas de suministro.
Tanto en la reunión con Georgieva como en el diálogo con el director de Operaciones del Banco Mundial, Axel Van Trotsenburg, al igual que en muchas de las bilaterales que Guzmán mantuvo en Washington, se analizó el contexto internacional y en particular las implicancias de la guerra entre Ucrania y Rusia, que están generando un proceso inflacionario a nivel global.
Durante la cumbre de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales de los países miembro del G-20 y del Comité Financiero y Monetario Internacional, quedaron en evidencia las diferencias de criterio que llevaron a esa reunión los distintos países frente al conflicto bélico en esa parte de Europa del Este, lo cual impidió elaborar una declaración conjunta.
En tanto, ante empresarios e inversores, Guzmán alentó a invertir en energía en la Argentina, y de manera más específica, en la formación no convencional de Vaca Muerta.
Guzmán hizo este llamamiento en el marco del "Atlantic Council", un encuentro del que participaron empresarios, representantes de organismos multilaterales y las principales consultoras de negocios.
"Esperamos ser autosuficientes en gas próximamente. Estamos construyendo un gasoducto (en Vaca Muerta) que conectará el sur con el norte argentino y elevará significativamente la capacidad de producción", explicó el titular del Palacio de Hacienda.
La construcción del gasoducto Néstor Kirchner "es una gran oportunidad para Argentina; tendrá efectos significativos en términos de competitividad de nuestro país, en términos de estabilidad de la balanza de pagos y también ayuda a reducir los subsidios, porque disminuye el costo de producción, de energía", concluyó Guzmán.
- Por Mara Laudonia para Télam