De cara al cierre del año, el mercado de inversiones nos dio a nosotros y a nuestros clientes muchos motivos para agradecer. Sin embargo, más de un cliente nos contactó recientemente, no solo para agradecer, sino también para realizar un pedido. A pesar de superar sus índices de referencia en 2024, estos clientes pidieron más.
Cada cliente pidió al inicio un portafolio equilibrado, enfocado en la protección ante caídas (y a veces con un objetivo de rentabilidad). Pero el índice bursátil S&P 500, que terminó septiembre con un aumento del 36% en los últimos 12 meses, cambió las expectativas. Si bien este índice tiene más volatilidad y riesgos a la baja que sus benchmarks, el miedo a quedarse afuera (FOMO, por sus siglas en inglés) influye de manera poderosa incluso en los profesionales más experimentados.
Las inversiones en US Large Cap Growth rompieron casi todas las reglas de los consejos tradicionales de inversión. La verdad es que las acciones de Large Cap Growth, representadas por el Nasdaq o el índice de crecimiento Russell 1000, superaron todas las expectativas al entregar un rendimiento anualizado del 16% en la última década. Este crecimiento, impulsado en gran parte por el sector tecnológico y la revolución de la inteligencia artificial, sorprendió a los inversores en valor y a gigantes profesionales como JP Morgan, que aún proyectan ganancias anualizadas del 7% para las acciones de Large Cap en Estados Unidos.
No hay motivos para esperar una reversión a la media en el corto plazo, y estar temprano en una tendencia se confunde fácilmente con estar equivocado.
Las tecnologías transformadoras suelen seguir un patrón predecible: innovación, adopción, euforia que deriva en una burbuja y, finalmente, corrección. El auge ferroviario de la década de 1840, la revolución de internet en los años 90 e incluso la era de los smartphones en los 2010 demostraron este ciclo.
La burbuja de las punto com del año 2000 tardó 5 años en formarse, 1 año en estallar y entre 7 años (en el S&P 500) y 15 años (en el NASDAQ) para recuperar su nivel inicial. Quedar atrapado en el lado equivocado de una burbuja puede resultar increíblemente devastador.
El índice Nasdaq muestra un ratio precio-beneficio (P/E) cercano a 27, inferior a los picos alcanzados durante la era de las punto com, pero aún elevado en comparación con promedios históricos a largo plazo, que rondan 20. Solo en 2024, los inversores colocaron 26 mil millones de dólares en el ETF del Nasdaq (QQQ), mientras que más de un centenar de ETFs centrados en inteligencia artificial, criptomonedas y acciones de alto crecimiento representan miles de millones adicionales. Muchos de estos fondos se lanzaron en el último año. Algunas de las acciones con valoraciones altas y gran volatilidad incluyen Gilead Sciences (GILD) y Palantir (PLTR), con ratios P/E superiores a 500.
En Equitas, desarrollamos marcos de análisis integrales para evaluar inversiones en inteligencia artificial más allá de los titulares. Nuestro sistema Navigator incorpora factores técnicos y fundamentales para reposicionar automáticamente a los clientes entre inversiones de alto riesgo y opciones más seguras. Aunque esperamos una volatilidad significativa en el futuro, la tendencia subyacente sigue siendo una de las más poderosas en la historia del mercado.
Hasta hoy, el impulso continúa y podría incluso intensificarse. Las burbujas suelen alcanzar un punto de euforia máxima antes de estallar. La clave para navegar con éxito será mantener exposición al mercado mientras se construyen salvaguardas contra los inevitables excesos.
*Con información de Forbes US.
