Por qué el frente económico internacional mejoró para la Argentina
Bien podría decirse que Argentina comienza a a planear con viento a favor. Las condiciones internacionales de a poco empiezan a alinearse a favor de la economía argentina y el frente económico externo mejoró en noviembre por quinta vez consecutiva.
Las motivos para que se manifieste esta coyuntura son diversos. Una buena parte se explica a través de la mejora en los términos del intercambio -suba de precios de los principales productos de exportación del país-, la reactivación de la industria de Brasil y la incipiente recuperación del comercio global.
Según destacó el Índice de Condiciones Externas (ICE) elaborado por la gerencia de Estudios Económicos del Banco de la Provincia de Buenos Aires, las condiciones internacionales comenzaron a mejorar en mayo pasado y se posicionaron "en la zona expansiva, que da cuenta de un contexto internacional favorable para el país desde septiembre”.
El ICE mide la incidencia que tienen sobre el nivel de actividad y el intercambio comercial, factores como la liquidez mundial, los precios de las materias primas, el ciclo económico de Brasil y la demanda externa, con una estimación de largo plazo, que compara la situación actual con el contexto histórico desde enero de 1997, y otra de corto plazo, que realiza el cotejo respecto a los últimos cinco años.
El indicador de largo plazo se ubicó en 6,5 puntos en noviembre y mostró un incremento de 3,5 puntos desde los valores mínimos de mayo pasado. El avance “obedece principalmente al aumento de los términos del intercambio, mientras que la mejora del indicador de corto plazo, hasta 7,6 puntos desde el piso de cero en mayo, es explicada por dicho efecto y por el crecimiento de la industria de Brasil”.
Según el análisis, los términos del intercambio se mantienen elevados tanto en la comparación estructural como en la coyuntural. Desde mayo, la mejora fue de 14,6%, por una contracción de 1% en los precios de importación y un aumento de 13,4% en los precios de exportación, principalmente de los productos primarios, indicó la gerencia del Banco Provincia.
Esa tendencia, agregó, se explica por un dólar menos fuerte, la mayor demanda de China y las perspectivas de una menor oferta latinoamericana, debido al mal clima previsto para la región y el impacto que esto representará en la oferta de granos, en especial de soja.
El informe tomó nota de que la dinámica alcista en los precios de los principales productos de exportación "se ha mantenido, en los últimos días”, aunque advierte que “el dólar se fortaleció como resultado del mayor optimismo sobre la economía norteamericana -por la aplicación de las vacunas y los mayores estímulos-, lo cual podría fijar un techo al precio de dichos commodities”.
Adicionalmente, alertó, “el precio del petróleo se ha recuperado con fuerza y, si se mantiene esta tendencia, la relación de los precios externos de Argentina se vería afectada negativamente”. A la vez, la industria de Brasil, “ya se encuentra por encima de su nivel pre pandémico”: en noviembre creció 1,2% en términos mensuales, el séptimo guarismo positivo consecutivo, y se ubicó 2,6% por encima del nivel de febrero, antes de la pandemia (2,8% por encima de doce meses atrás.
No obstante, en el acumulado del año la producción de Brasil aún exhibe números rojos (-5,5% interanual) y todavía se encuentra 14,1% por debajo del nivel récord alcanzado en mayo de 2011, lo cual podría explicar por qué no se registra una injerencia más significativa en las exportaciones de Argentina hacia su principal socio comercial.
Si bien los principales socios comerciales de la Argentina, con excepción de China, continúan afectados fuertemente por la pandemia, las mejoras observadas hasta el momento podrían consolidarse.
El comercio mundial, en tanto, retornó a sus niveles pre pandemia, mientras los datos más recientes de la producción industrial “muestran una recomposición, a medida que la actividad global siguió normalizándose, propiciando así la mejora en el comercio global”.
Esa mejora está siendo explicada principalmente por China, cuyo volumen de comercio está muy por encima de los niveles pre pandemia (sus exportaciones durante 2020 crecieron 3,6% y las importaciones cayeron 1,1% respecto a 2019). También incide el repunte de Estados Unidos, “que estaría llegando a los niveles verificados en febrero, mientras que Latinoamérica y la zona del euro aún se encuentran por debajo”.
En lo que se refiere a la liquidez global, el análisis bonaerense observa una mejora significativa en los últimos meses “a partir del sesgo expansionista de los principales bancos centrales”, lo cual se ve reflejado en que las tasas de la FED (Reserva Federal de EE.UU.) se mantienen negativas en términos reales en 1,1% anual.
“Hacia delante se prevé que lentamente las condiciones internacionales seguirán recuperándose, aunque hay factores de incertidumbre”, advirtió el banco bonaerense. Agregó que “si bien los principales socios comerciales de la Argentina, con excepción de China, continúan afectados fuertemente por la pandemia, las mejoras observadas hasta el momento podrían consolidarse, dado el reciente optimismo suscitado por el inicio de la vacunación” contra la Covid-19.