En medio del debate sobre la culpabilidad de Donald Trump por 91 cargos penales, los economistas estadounidenses están preocupados por las propuestas políticas del expresidente para un posible segundo mandato.
Trump, actualmente el principal contendiente republicano y líder en algunas encuestas para derrotar al presidente Joe Biden en las elecciones generales de 2024, está generando inquietud debido a sus planes de implementar un nuevo arancel del 10% sobre casi todas las importaciones a Estados Unidos, sumando alrededor de US$ 4 billones anuales.
Esta medida, parte de una agenda más proteccionista que se asemeja a la de la década de 1930, revive los recuerdos postraumáticos de la guerra comercial que Trump desató durante su primer mandato. Los economistas advierten sobre los posibles efectos negativos, similares a las preocupaciones expresadas en 2016 cuando Trump propuso aranceles de hasta el 45%.
Las políticas distintivas de Trump provocarían aumentos de precios. Conducirían a una perturbación económica sustancial. Dañarían a los trabajadores y a los hogares, sostuvo Michael Strain, del Instituto Americano Empresarial.
La disputa sobre los aranceles refleja la división entre los republicanos tradicionales partidarios del libre comercio y los aislacionistas respaldados por Trump. The Wall Street Journal calificó los nuevos aranceles propuestos como "una locura", mientras que Robert Lighthizer, principal funcionario comercial de Trump, defendió su necesidad para preservar la riqueza nacional.
Un aspecto clave de la controversia gira en torno a China, donde Trump implementó tarifas significativas durante su primer mandato. No obstante, a pesar de sus esfuerzos, los datos muestran que las importaciones estadounidenses desde el país asiático aumentaron en lugar de disminuir, llegando a un récord histórico en 2022 de US$ 563.000 millones.
Además, las importaciones y la producción y el empleo manufacturero no experimentaron el impulso esperado. Mientras tanto, Biden mantuvo los aranceles a China, pero su enfoque se centra en restricciones tecnológicas en lugar de desacoplar completamente las dos economías.
En este contexto, los especialistas estiman que la medida podría dañar la economía estadounidense, incrementar los costos para los consumidores y recortar el producto bruto interno en US$ 62.000 millones anuales.
El regreso de Trump podría hacer que el expresidente y su equipo intenten implementar un desacoplamiento total de las dos economías más poderosas. Si Trump regresara al poder, las consecuencias para las relaciones entre Estados Unidos y China serían graves, agregó la especialista en relaciones internacionales Leslie Vinjamuri.