Luego de un sorprendente rally alcista de casi el 20% en dos meses, las acciones estadounidenses comenzaron a retroceder nuevamente, impulsadas por los comentarios de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed). En el caso del S&P 500, el índice más representativo, la caída ya supera el 8% desde el máximo relativo de mediados de agosto.
En este marco, la empresa de servicios financieros Credit Suisse es bastante pesimista, ya que recomendó infraponderar la renta variable en los portafolios.
Creemos que ha llegado el momento de ser prudentes y reducir aún más el riesgo, y hemos pasado a 'infraponderar' tácticamente la renta variable, expresó Michael Stobaek, director de inversiones de la entidad, quien agregó que esta rebaja táctica debe contemplarse en el contexto más amplio de gran transición.
En la gran transición, prevemos una desaceleración del crecimiento, una inflación más alta que antes de la pandemia, subidas de tipos de los bancos centrales, un comportamiento más moderado de los mercados financieros y, en general, la vuelta de los ciclos económicos de auge y caída, indicó Stobaek.
Podría decirse que esto es exactamente lo que estamos viendo ahora, aunque mucho más rápido y más intenso de lo que la mayoría de los inversores esperaban, añadió.
Sin embargo, enfatizó en que los inversores "no deben perder la fe y mantener posiciones en acciones, en especial teniendo en cuenta la suba de precios de la economía real.
Además, comentó que es esencial seguir diversificándose lo más ampliamente posible, incluyendo mercados privados e inversiones alternativas.
La 'infraponderación' de la renta variable no significa una salida completa de los mercados de renta variable. En mi opinión, los inversores harían mal en vender todas sus participaciones y abandonar los mercados por completo. Con tasas de inflación cercanas al 8% en muchos países, mantener demasiado efectivo significaría una pérdida garantizada de poder adquisitivo, sostuvo el experto.
Asimismo, concluyó explicando que el tiempo en el mercado es mejor que la sincronización de los mercados, por lo que aconsejó mantener una cartera que se ajuste a la política de inversión a largo plazo y a los objetivos financieros de cada inversor.