Si bien el precio del petróleo creció casi un 17% desde el mínimo del 2022 hasta la actualidad, el mercado aún sigue proyectando una fuerte baja, principalmente por el miedo a que Estados Unidos y el resto del mundo entren en recesión.
En concreto, Bob Laccino, estratega jefe de mercado en Path Trading Partners, detalló que la tendencia de la materia prima “va a ser débil”, ya que la demanda “caerá por un precipicio” debido al desafiante contexto macroeconómico, aún cuando la OPEP+ se encuentra cortando la producción.
La organización reducirá su producción de petróleo en 2 millones de barriles por día, siendo el recorte más grande desde el comienzo de la pandemia en 2020. Para Laccino, se debe tanto al panorama petrolero mundial como a ciertas cuestiones políticas.
“Esto parece una grieta en la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudita”, comentó, y agregó: “Eso es muy desalentador en términos de lo que puede suceder con el panorama de la inflación en términos de las elecciones intermedias”.
Se espera que la estrategia mantenga un piso en el precio del petróleo y tenga en cuenta las preocupaciones de la demanda sobre bloqueos intermitentes en China, así como los temores de desaceleración económica o recesión.
Se espera que la estrategia mantenga un piso en el precio del petróleo y tenga en cuenta las preocupaciones de la demanda sobre bloqueos intermitentes en China, así como los temores de desaceleración económica o recesión.
“Es la OPEP la que controlará el precio. Pero si tenemos las recesiones globales que se pronostican, habrá una caída continua de la demanda porque este recorte en particular durará hasta diciembre de 2023”, predijo el analista.
“Creo que la OPEP quiere ver el barril de petróleo crudo a US$ 100. Sigo pensando que vamos a ver US$ 65 antes de que veamos US$ 100 en el mercado del crudo”, añadió. Teniendo en cuenta la cotización actual de alrededor de US$ 89 por barril, la proyección supone una caída de casi el 27%.