Desde que la inflación comenzó a salirse de control, los funcionarios de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) arrancaron a subir las tasas de interés con el objetivo de bajar los precios hasta un piso de sólo el 2% anual. Sin embargo, algunos referentes de Wall Street no están de acuerdo con esta meta.
Uno de ellos es Bill Ackman, el polémico inversor a cargo de Pershing Square Capital Management, quien argumentó que la entidad monetaria está subestimando el poder de permanencia de la inflación y el dolor que habrá que infligir para dominarla definitivamente.
“No creo que (la Reserva Federal) pueda hacer que la inflación vuelva al 2% sin una recesión profunda que destruya empleos”, escribió el empresario a través de su cuenta de Twitter. “Incluso si vuelve al 2%, no se mantendrá estable a largo plazo”, añadió.
En su lugar, Ackman cree que una “mejor estrategia” sería aceptar una inflación del 3% anual para no aplastar la economía con subas de tasas de interés para alcanzar la hiperoptimista proyección inicial.
“El objetivo de inflación del 2% ya no es creíble”, aseveró el famoso magnate, y agregó: “La desglobalización, la transición a la energía alternativa, la necesidad de pagar más a los trabajadores, las cadenas de suministro más cortas y de menor riesgo son todas inflacionarias. La Fed no puede cambiar su objetivo ahora, pero probablemente lo haga en el futuro”.
No obstante, a pesar de los dichos de Ackman, la propia Fed afirmó que cambiar la meta de inflación es algo “en lo que no están pensando”. “Usaremos nuestras herramientas para volver al 2%. Creo que este no es el momento de pensar en eso”, dijo Jerome Powell, presidente del organismo.