A día de hoy, gracias al avance de la tecnología y el desarrollo de los sistemas financieros, las transferencias bancarias son de los métodos más seguros que existen para enviar y recibir dinero. No obstante, la ignorancia y la distracción humana pueden generar que de nada sirva esta confiabilidad. A continuación, cuatro formas en que pueden estafarte para robarte dinero mediante transferencias.
Conocido en apuros
Estás trabajando o durmiendo. Recibís un mensaje de un familiar, amigo o conocido que necesita dinero. Te convence de que le hagas la transferencia. No sabés más nada de él. Caíste en la trampa.
Hoy en día, muchos delincuentes digitales usurpan las cuentas de WhatsApp de las personas o fingen llamadas para aprovecharse de la solidaridad de algunos ahorristas. Lo primero que hay que hacer para evitar esto es tratar de contactar lo más cercanamente posible a quien supuestamente está pidiendo.
Phishing
Siendo la forma más común de robo digital, el phishing consiste en un formulario de contacto falso, normalmente enviado a través del correo electrónico, que exige colocar los datos de la cuenta bancaria, incluyendo la contraseña.
La forma de evitar la estafa es prestando muchísima atención a quién envía el mail, verificando que sea una cuenta oficial, y luego cambiando los datos solicitados desde la propia web del banco, no desde el link recibido.
Falsos romances
Muchas víctimas de estafas financieras caen en la trampa de una pareja ideal conocida mediante las redes sociales que, misteriosa y repentinamente, necesita dinero, por lo que decide pedir una transferencia bancaria.
Puede parece irreal que las personas sufran este engaño, pero lo cierto es que la capacidad del ser humano de enamorarse y cegarse ante la realidad va más allá de los límites de la imaginación.
El fraude del alquiler
Por último, hay que tener en cuenta que existe un robo conocido como el fraude del alquiler que, básicamente, trata de pedir un depósito rápido mediante transferencia para reservar una casa o departamento, ya sea vacacional o fija.
En estos casos, el anzuelo es un precio muy bajo que despierta la ambición de la víctima, que corre a enviar dinero con tal de fijar la cotización.
Sea cual sea el tipo de estafa utilizado por el ciberdelincuente, hay que estar muy atentos a los detalles y siempre verificar la información lo máximo posible.