El avance del trabajo remoto y la creciente movilidad laboral transformaron por completo la concepción del empleo. El nomadismo digital tiene mucho que ver en esto. Se trata de un esquema laboral que ofrece tantas oportunidades como desafíos.
Para las empresas y los trabajadores, este fenómeno plantea riesgos fiscales que requieren una evaluación minuciosa. En una coyuntura donde la flexibilidad se valora más que nunca, las implicancias tributarias no deben pasar desapercibidas.
Un beneficio innegociable
La movilidad laboral y los acuerdos internacionales de trabajo se convirtieron en factores clave para la atracción y retención de talento. A medida que los empleados buscan mayores oportunidades de flexibilidad, como el trabajo híbrido y la posibilidad de desempeñarse desde el extranjero, las empresas que no se adapten corren el riesgo de perder a sus mejores profesionales.
Grant Thornton Argentina destaca que el nomadismo digital, definido como la posibilidad de trabajar de manera remota mientras se viaja, es una herramienta valiosa para las empresas que buscan destacarse en la atracción de talento.
"Ofrecer la posibilidad de trabajar de manera remota desde cualquier lugar refleja una cultura organizacional flexible y moderna, que se alinea con las expectativas de la nueva generación de trabajadores", comentó Matiana Behrends, socia de Advisory Services de Grant Thornton Argentina.
Cumplimiento normativo
Desde Grant Thornton destacan que las organizaciones profesionales de empleo (PEO) y los empleadores registrados (EOR) ganaron protagonismo en este contexto, ya que permiten a las empresas contratar empleados en países donde no tienen una presencia legal. Esto facilita el cumplimiento normativo y promueve la movilidad de los colaboradores en un contexto laboral de cada vez más flexibilidad.
Además, la creación de visas específicas para nómadas digitales simplificó el proceso en muchos países, atrayendo un creciente interés por parte de los empleadores.
Sin embargo, aunque el nomadismo digital representa una oportunidad para las empresas de expandir su alcance global, también conlleva riesgos fiscales importantes que no deben subestimarse. Un análisis reciente de Grant Thornton reveló que el 49% de los encuestados considera el trabajo remoto como el principal riesgo fiscal relacionado con la movilidad laboral. Este dato evidencia la necesidad de comprender las complejidades fiscales asociadas con este fenómeno.
Impuestos y tributación
Según el análisis de la consultora, entre los aspectos fiscales más relevantes del nomadismo digital, se encuentran:
- Visas para nómadas digitales. Permiten a los empleados trabajar sin necesidad de un contrato local, pero su duración es limitada, lo que puede generar complicaciones a la hora de cumplir con las obligaciones fiscales.
- Exenciones impositivas. Muchas visas no incluyen exenciones fiscales para empleados ni empleadores, lo que puede generar obligaciones tributarias inesperadas. En Argentina, indican desde Grant Thornton, los empleados que permanezcan más de 180 días en el país bajo una visa de nómada digital están sujetos a las mismas obligaciones fiscales que los residentes locales.
- Obligaciones previsionales. No existen exenciones generales para los nómadas digitales. Esto significa que deben contribuir a la seguridad social desde el primer día de trabajo.
¿Qué sucede con el Impuesto a las Ganancias? En Argentina, quienes trabajen bajo la visa de nómada digital no están exentos de cumplir con las obligaciones fiscales si permanecen más de 180 días en el país.
Julia Adano, socia del área de Impuestos de Grant Thornton Argentina, explicó que "la visa permite a los extranjeros trabajar de manera remota en el país y tiene una vigencia de 180 días, renovables por un segundo período. Sin embargo, no hay exenciones impositivas específicas, lo que puede generar riesgos tanto para empleados como para empleadores".
Beneficios para las empresas
El nomadismo digital permite a las compañías acceder a talento global sin necesidad de reubicar físicamente a sus empleados. Esto amplía su capacidad operativa y mejora la satisfacción de los trabajadores. Un sondeo de SAP en América Latina reveló que el 73% de los profesionales está interesado en la posibilidad de trabajar como nómadas digitales.
Por otro lado, los países que implementaron visas específicas para nómadas digitales lograron atraer talento internacional y diversificar su fuerza laboral, contribuyendo al crecimiento económico local. Sin embargo, las empresas deben estar preparadas para gestionar las implicancias fiscales de esta modalidad de trabajo.
La falta de tratados de doble imposición o de exenciones fiscales específicas para los nómadas digitales obliga a las empresas a asumir las responsabilidades tributarias correspondientes.
En muchos casos, las empresas deberán registrar a sus empleados ante las autoridades fiscales locales, presentar declaraciones de impuestos corporativos y realizar las retenciones impositivas correspondientes. Si no se cumplen adecuadamente estas obligaciones, podrían enfrentarse a sanciones y cargas impositivas adicionales, cierran desde Grant Thornton.