Moneda digital nacional: ¿innovación o mayor control estatal?
Pablo Reyes CEO de Saldoar
Pablo Reyes CEO de Saldoar
Tras el triunfo de Sergio Massa en la primera vuelta de las elecciones generales, volvió a cobrar relevancia la iniciativa del gobierno nacional de crear una moneda digital nacional respaldada por el Banco Central. La propuesta surge a la luz del impulso global del FMI para que los bancos centrales adopten monedas digitales soberanas reconocidas como Central Bank Digital Currencies (CBDC), que son formas de dinero digital emitidas y reguladas por los bancos centrales, muchas basadas en tecnología blockchain.
Aunque la moneda digital argentina se presenta como una innovación tecnológica, debemos tener en cuenta que posee más similitudes con el dinero tradicional que con las criptomonedas. Además, la trazabilidad, dependencia y control del gobierno podrían desvirtuar la esencia de un sistema ágil y beneficioso como ofrecen las criptos.
A día de hoy, 9 de cada 10 bancos centrales exploran las CBDC y la mitad ya realiza pilotos. El dato se desprende de un estudio del Bank for International Settlements (BIS). Por su parte, Reyes sostiene que las CBDC podrían aumentar la eficiencia de pagos y la inclusión financiera, pero advierte sobre riesgos si están mal implementadas. En ese sentido, señala que las criptomonedas surgieron justamente como una alternativa al dinero fiduciario emitido por los gobiernos, por lo que una moneda digital estatal va en contra de ese fundamento de libertad económica.
Al mismo tiempo, la implementación podría tener un impacto significativo en las entidades que gestionan las comisiones en el procesamiento de pagos o transacciones bancarias. Con la introducción de una moneda digital respaldada por el Banco Central, estos pagos podrían realizarse directamente a través de la infraestructura del Banco Central, lo que podría reducir la necesidad de intermediarios corporativos, como PosNet o Fiserv Argentina.
Esto podría afectar de varias maneras: por un lado, reduciendo la cantidad de transacciones de las pasarelas tradicionales y afectando así sus ingresos; aunque también podría obligarlas a adaptarse e innovar para mantenerse relevantes en un mundo cada vez más digital y competitivo.
A modo de síntesis, aunque la moneda digital es una innovación interesante al sistema monetario tradicional, todo indica que las tecnologías de las criptomonedas descentralizadas como el Bitcoin conservan ventajas y seguirán teniendo un rol relevante, especialmente para quienes desconfían del control y emisión estatal de dinero fiduciario.