El presidente Javier Milei presentó el presupuesto 2025 ante los legisladores nacionales y otros participantes de la política argentina por ser "el primer presidente economista de la historia" y para proponer "un proyecto de presupuesto diametralmente distinto" a lo que está acostumbrado el país.
En primer lugar, Milei enfatizó en que "la piedra basal" del presupuesto será el déficit cero, ya que el déficit es la raíz de todos los males económicos que sufrió Argentina en las últimas décadas.
"Lo primero que hay que entender es que, cuando los gobiernos quieren gastar, y gastar compulsivamente, y no les da el margen para seguir subiendo impuestos, como ocurre en Argentina, la única forma de pagar la cuenta es pidiendo plata prestada o imprimiéndola en el banco central. Dicho de otro modo: el déficit sólo se cubre con deuda, con más impuestos o con emisión", sostuvo Milei.
"En la Argentina, tuvimos déficit fiscal en 113 de los últimos 123 años. Y esos diez años que no tuvimos déficit, fue porque ya había saltado todo por los aires y estábamos en default. Quiere decir que en prácticamente el 100% de nuestra historia moderna, los gobiernos incumplieron esta verdad básica de la economía, y le pasaron la factura al común de los argentinos una y otra vez", añadió.
Posteriormente, Milei indicó que, para cambiar la historia de Argentina de una vez por todas, se decidió cambiar la metodología a través de la cual se elabora el presupuesto debido a que el déficit siempre fue consecuencia de "pensar primero cuánto gastar" y luego "ver cómo conseguirlo". "Nosotros vamos a hacerlo al revés: pensando primero cuánto tenemos que ahorrar, para después ver cuánto podemos gastar", resumió, y sentenció: "Venimos aquí a ponerle un cepo al Estado".
Luego, el presidente procedió a relatar el nuevo esquema. Primero, dijo que el superávit primario debe equivaler o exceder sí o sí al monto de los intereses de deuda a pagar. "Si el superávit primario es el resultado de netear los ingresos con los gastos corrientes y de capital, el gasto primario tendrá que ser igual o menor a los ingresos menos el superávit primario. Es decir, el nivel de gasto a erogar estará condicionado por el nivel de superávit primario a conseguir, que a su vez estará condicionado por el monto de la deuda a pagar", aclaró.
En tanto, detalló que el gasto corriente está compuesto de la suma del gasto automático, "ilegalmente indexado por ley", y el gasto discrecional para concluir que, bajo el nuevo esquema, si los ingresos son mayores a los estimados, el gasto automático podría aumentar en igual medida, pero el gasto discrecional se mantendrá igual.
"Por lo cual, si el aumento en la recaudación es transitorio, el Estado podrá ahorrar, lo cual implicará la destrucción de pesos y, por ende, la revalorización del peso o la cancelación de deuda. Y si el crecimiento económico es sostenido, y en consecuencia el aumento de los ingresos es estructural, el Estado va a poder devolverle a la sociedad ese ahorro en reducción de impuestos, tal como nos hemos comprometido", comentó Milei.
"Por otro lado, si la economía no crece y los ingresos son menores a los estimados, caerá también el gasto automático y reduciremos el gasto discrecional en la misma proporción. Con lo cual, esta vez, será el sector público y no el privado el que absorberá eventuales recesiones", agregó.
Por último, el presidente se dirigió a los integrantes del Congreso y mencionó que Argentina está en un "momento bisagra", por lo que tienen la "obligación" de aprovecharlo. "El único camino hacia arriba es terminar con el déficit fiscal, bajar el gasto público, eliminar impuestos y confiar en el ejercicio de la libertad de los argentinos", expresó Milei.