Un estudio de la UBA revela que el nivel de atraso tarifario que recibirá el nuevo Gobierno de Javier Milei llega a superar el 400%, lo que emerge como un duro desafío para reducir los subsidios energéticos sin golpear el poder adquisitivo de las familias.
Según el informe del IIEP, el atraso máximo se observa en el segmento eléctrico del AMBA entre los usuarios de menores ingresos denominados N2 con un 407%. Le siguen los usuarios de ingresos medios (N3) con el 299% y los ingresos altos con un 67%.
“El virtual congelamiento de tarifas desde mayo, en conjunto con la aceleración de la dinámica inflacionaria, implicó que se acumule atraso tarifario no solo por el concepto energía sino también por lo correspondiente al Valor Agregado de Distribución (VAD) para el AMBA. Estos valores, con la dinámica inflacionaria actual, tienden a empeorar particularmente para el VAD ya que se utiliza para su cálculo distintos índices de precios y salarios”, explica el documento.
En consecuencia, en vez de corregirse, las tarifas cayeron en términos reales desde la implementación de la famosa segmentación que ideó Martín Guzmán y terminó poniendo en práctica Sergio Massa.
Para los N2, el precio de las tarifas eléctricas cayó un 44% en promedio y para los N3 un 38%. Este último, es el segmento que todos los analistas prevén que se unificará con los N1 durante el comienzo del Gobierno de Milei.
De igual manera, las tarifas de gas natural se redujeron en términos reales un 27% para los N1, un 63% para los N2 y un 58% para los N3 desde la etapa pre-segmentación en febrero de 2023.
En relación al salario, tomando el ingreso mínimo de cada segmento de ingresos, la factura promedio de los servicios públicos de luz y gas en el AMBA tiene un peso de 1,4% para los N1, 3,9% para los N2 y 1,8% para los N3, cuando a inicios del 2019 ese rango se situaba en el 5,6%.
Ya considerando la preponderancia de este gasto sobre el déficit primario, se observa una caída de los subsidios del 19,9% en lo que va del año. No obstante, representan el 13% de los gastos primarios, unos 2,5 puntos porcentuales por encima del promedio de los últimos cinco años. A su vez, en lo que va del 2023, los subsidios explicaron el 94% del resultado primario acumulado.