“El calentamiento global es otra de las mentiras del socialismo”, repitió Javier Milei en numerosas oportunidades, lo que generaba el espanto de los empresarios de energías renovables. Sin embargo, la postura del candidato libertario empezó a cambiar tras las PASO y, ahora, no sólo tiende puentes con el sector, sino que propuso crear una subsecretaría de transición energética.
Hace pocos días, el referente de La Libertad Avanza, Eduardo Rodríguez Chirillo, se reunió con empresarios de la industria renovable y les acercó una propuesta que entusiasmó a más de uno.
“No sólo no nos genera miedo, sino que creemos que es la mejor propuesta para las renovables. Nos juntamos con los principales partidos políticos y ninguno trajo una carpeta con el nivel técnico de Chirillo. Su proyecto de transición energética es brillante”, afirmó a Forbes un dirigente importante de una de las cámaras empresarias de la industria.
La base del proyecto es terminar con el rol del Estado como comprador único del sistema y que Cammesa vuelva a su función original de la década del 90' como organizador del despacho de electricidad. A su vez, se proyecta el avance de la iniciativa privada mediante un sistema de precios y tarifas de mercado que incentive las inversiones.
El organigrama de la cartera mantiene el esquema actual de secretaría bajo la órbita del Ministerio de Economía. No obstante, al interior de la misma, estará organizado con tres subsecretarías: energía eléctrica, combustibles y transición energética, la gran novedad.
La propuesta climática, a la que tuvo acceso este medio, sostiene para cumplir con los compromisos del país para el 2030, se distribuirán permisos de emisión de GEI (Gases de Efecto Invernadero) a cada subsector compatibles con lo que el país debe cumplir en 2030, en función de su participación en el último inventario nacional de GEI y por cada tonelada de dióxido de carbono que se emita por encima de esos permisos, habrá una penalidad.
Por el contrario, quienes sobrecumplan su meta podrán vender este servicio a otros, “esto permitirá a cada uno cumplir de la forma más costo efectiva, donde el Estado intervendrá lo menos posible para evitar burocracia y para que la transición energética se realice despejada de todo subsidio”, prometen.
El cambio de postura de Milei se fundamenta por un criterio de mercado, donde observan una clara oportunidad en el acceso al financiamiento internacional vinculado con proyectos renovables y una forma de evitar riesgos de pérdida de mercados por medidas paraarancelarias que cada vez se aplican a mayor cantidad de bienes con elevada huella de carbono.
