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Mercosur en crisis: romper, flexibilizar o reformular a las apuradas lo que el bloque evitó por años

Carlos Boyadjian

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La aspiración al acuerdo comercial con EE.UU. puso bajo la lupa el funcionamiento del Mercosur y los beneficios para el país. El antecedente Bolsonaro y las chances de Milei de reducir aranceles unilateralmente.

25 Marzo de 2025 19.50

Es parte esencial del discurso económico del presidente Javier Milei: la apertura y el libre comercio son el corazón del pensamiento libertario. De ahí que, en cada oportunidad, el mandatario ratifica su intención alcanzar acuerdos de libre comercio, particularmente con Estados Unidos.

Para ello, admite, es necesario "estar dispuestos a flexibilizar o incluso llegado el caso a salir del Mercosur", que en su visión "lo único que logró desde su creación es enriquecer a los grandes industriales brasileros (sic) a costa de empobrecer a los argentinos".  

Con todos sus bemoles, el Mercosur fue y sigue siendo la plataforma principal a partir de la cual se ha desarrollado el intercambio comercial con Brasil, que desde hace décadas es el principal socio comercial, con algún intervalo en el que lideró China. 

Sólo en 2024 el intercambio bilateral superó los US$12.000 millones, con fuerte incidencia de las exportaciones automotrices, autopartes y productos agroindustriales por parte de Argentina.

Cambio de pantalla

Hace ya varios años que los analistas coinciden en que el Mercado Común del Sur viene dando muestras de ser una estructura rígida y poco adaptada a las nuevas demandas de un mundo que ha profundizado la globalización de los procesos, las producciones y los mercados, pero con nuevas modalidades.

Por caso, hoy mismo la economía mundial está virando raudamente hacia el reshoring y el nearshoring (relocalización y cercanía de cadenas de abastecimiento), por mencionar sólo uno de los aspectos clave. El trasfondo es la dura pulseada entre Estados Unidos y China, y todos bailan a su compás.

En este contexto, es clave preguntarse hacia dónde se dirige el Mercosur, o qué tipo de asociación con Brasil, Paraguay, Uruguay -los socios fundadores junto a Argentina- le sirve al país o podría proveerle una estructura que no impida desarrollar nuevos acuerdos y abrir mercados en otras condiciones.

"El Mercosur es un bloque que ha quedado con un modelo de organización muy viejo, muy cerrado, muy rígido. Por eso es cada vez menos importante como bloque comercial, por lo que merece una flexibilización y una apertura", asegura Marcelo Elizondo, especialista en comercio exterior e inversiones y presidente del capítulo argentino de la International Chamber of Commerce (ICC).

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El experto señala que el Mercosur es uno de los 20 principales bloques o acuerdos de integración que existen en el mundo, sin embargo, "es el que tiene menor relación de exportaciones sobre PBI, el que menos exporta y el que menos relación comercial tiene con el resto del mundo".

Para Dante Sica, exministro de Producción y Trabajo y socio fundador de Abeceb, el Mercosur hoy se ha transformado en una unión aduanera imperfecta, pero que incluso ha perdido relevancia en la región. Sica destaca que el comercio intra Mercosur pasó del 30% a fines de los '90 al 11% en la actualidad.

Y enfatizó que "Argentina lo siente como un corset que le impide avanzar", en un mundo en el que en los últimos 10 años la demanda global está muy focalizada en sectores en que Argentina es altamente competitivo (agro, minería, energía, servicios basados en el conocimiento).

"En las condiciones a las que ha llegado el Mercosur, donde tenés perforación de aranceles, no tenés libre circulación de bienes y de personas, tenés doble cobro del arancel, no tenés aduana común, el que más aprovecha esto es Paraguay, con casi el 60% de sus exportaciones que van al Mercosur". En contraste, Argentina no está pudiendo aprovechar las oportunidades que ofrece el mundo, dice.

Barbas en remojo

Elizondo destaca que para superar esta situación una alternativa es "reformular formalmente el Mercosur" y otra opción es que el país logre que el Mercosur permita algunas excepciones "para que la Argentina logre algún acuerdo bilateral con Estados Unidos en algunas industrias, no en todas, pueda bajar aranceles en algunos sectores, no en todos".

En la misma línea, Sica admite que el mundo tiende a caminar hacia acuerdos de comercio bilaterales o sectoriales, pero también se observan cuestiones estratégicas que empiezan a tallar fuerte.

Más allá de las declaraciones de Donald Trump sobre un apoyo a la Argentina y específicamente al presidente Javier Milei, el exministro de Producción señala que Latinoamérica vuelve a ser relevante "por sus recursos estratégicos, por la seguridad alimentaria, por la posición de Argentina en materia de defensa y seguridad en el Atlántico Sur y por la inserción de China en la región".

Coincide Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI, cuando afirma que para Trump el comercio exterior es un instrumento que se subordina a la política de defensa nacional. "En ese marco el Mercosur deberá adaptarse de la manera más activa a esta nueva realidad y deberá tratar de tener un protagonismo acorde a estos tiempos", remarcó.

Pero las cosas no son tan sencillas. Para el Mercosur los escenarios posibles, si hay voluntad política es o bien lograr mayor flexibilidad vía renegociación del acuerdo, o evaluar un nuevo estatus y en ese caso, tal vez virar hacia una zona de libre comercio, que permita "zafar" del arancel externo común, que hoy está en torno al 14% promedio, pero que tiene numerosas perforaciones, con aranceles diferenciales según posiciones arancelarias, explica Sica.

Consultado sobre la posibilidad de establecer excepciones al arancel externo común, Marcelo Elizondo señala que durante la presidencia de Jair Bolsonaro "bajó todos los aranceles de Brasil dos veces, el 10% cada vez. El Mercosur, una vez convalidó, se lo permitió. La segunda vez no se expidió". Es decir, que hay una gran cantidad de casos de excepciones al arancel externo común que han ocurrido. Sería tal vez una alternativa a estudiar antes de "romper" el Mercosur.

Justamente eso es lo que habría que evitarse, según la visión de Miguel Ponce, para quien "las enfermedades del Mercosur se curan con más Mercosur y no con menos, como pareciera estar en el pensamiento del presidente (Milei)".

Y agrega que "Argentina no puede plantearse negociar un tratado de libre comercio con terceros países porque eso sería el final del Mercosur" y amplía diciendo que no existe manera de un manejo unilateral, hay que hacerlo en conjunto. "En momentos de crisis hay que andar bien con los vecinos del barrio", remató Ponce.

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