Si su primer mandato al frente de la provincia de Mendoza tuvo como prioridad el ordenamiento de las cuentas públicas, en este nuevo ciclo asegura que su meta es incrementar el producto bruto geográfico. Es decir, el tamaño de la economía.
Minería, energía y turismo serán los tres pilares para cumplir esa misión, en la que confía que a partir de los beneficios del RIGI y la seguridad jurídica provincial, llegará "una lluvia de inversiones". Tras participar del último día de la Cumbre de Minería Sostenible organizada por Impulsa Mendoza, el gobernador Alfredo Cornejo recibió a Forbes en Casa de Gobierno para hablar de los principales proyectos en estos sectores, la estrategia para aprovecharlo al máximo y su opinión de este primer año de Milei en la Casa Rosada.
¿Cómo se tomó la decisión de volver a apostar por la minería luego de la experiencia fallida del gobernador anterior?
Primero que creo que este plan aprovecha la ley restrictiva de Mendoza para darle seguridad jurídica al método de extracción del cobre en particular. Porque la declaración de impacto ambiental según esa ley tiene que pasar por la Legislatura, cosa que no pasa en otro lugar del mundo. La estamos usando con tan amplias aprobaciones y con audiencias públicas super abiertas donde se puede participar presencial y online y en el lugar de la exploración o de la explotación. Eso ha despejado muchísimas dudas acerca de las voces antimineras que han prevalecido en Mendoza en muchos aspectos. El segundo aspecto, que es un plan sistemático que tiene el apoyo de la agricultura, que tiene el apoyo de la vitivinicultura, de la agroindustria y que tiene el apoyo del resto de las industrias. Con anterioridad aparecía como competitivo, esto es con agua escasa, hay problema de disponibilidad de recursos y demás.
¿Cómo se hizo para que apoyen a este plan?
Conversar de que la minería sostenible le hace bien a todo Mendoza y todo el resto de las industrias pueden beneficiarse de eso y no que son competitivas. Y también creo que ayuda a otras actividades como el comercio o el turismo porque levanta el promedio salarial. Y en la agricultura creo que se ve un plan sistemático de mayor eficiencia del agua. Si bien, cambio climático mediante, tenemos menos agua, tenemos un plan de financiamiento para riego presurizado en la agricultura, medir el consumo y cobrar por el consumo, estamos en un plan de poner medidores residenciales e industriales que ya estamos haciendo, tratamiento de efluentes de las industrias y medir ese tratamiento. La creación de una policía minera, que estamos equipando. Es decir, hoy hay un plan sistemático: apoyo del sector privado, liderazgo del gobierno, apoyo del sector académico y medidas concretas para el agua y medidas concretas para procurar otros métodos de extracción del cobre en particular que no sean los tradicionales, que eran los rechazados. Además, creo que Mendoza da muchas más garantías de institucionalidad que la propia Argentina, es la única provincia que nunca entró en default.
En la cumbre usted hablaba de una expectativa de lluvia de inversiones. ¿De qué magnitud?
Usé "lluvia de inversiones" que es algo que ha quedado un poco atado a un período de la historia reciente. Yo creo que para el 2025 aspiramos a tener 130 proyectos activos. La definición de activos es que podrían explorar, no quiere decir que estén explorando. Y de esos 130, si llegamos tener 4 proyectos en producción yo ya me conformo. Porque eso sería una lluvia de inversiones para Mendoza. Después tenemos el caso de Hierro Indio donde ya empieza la reconstrucción probablemente este año. Y Potasio Río Colorado esperamos que en el semestre que viene ya tengamos funcionando la planta piloto que va a producir potasio. Después falta la línea eléctrica, la ruta y una serie de cuestiones para sacarlo en grandes cantidades. Acá hay mucho interés de Brasil por invertir. De hecho, tengo una invitación del ministro de Agricultura a Brasil a una reunión con el presidente Lula para ratificar este acuerdo y evaluar la marcha de esa planta. Aspiramos a que la infraestructura para sacarlo en cantidad también venga de la inversión privada.
¿Se podría volver a un proyecto similar al que fue el de Vale?
No, de una escala más chica en la primera etapa, poder hacerlo escalable. Pero sí ya hay un mercado potencial que es la propia Argentina, que está importando potasio, y Brasil, que lo quiere, no solo que lo quiere y lo demanda, sino que lo necesita.
¿Cómo van a hacer para promover el proyecto San Jorge que hoy está por fuera de lo que es el Distrito Malargüe?
En San Jorge estamos esperando la presentación del impacto ambiental de explotación. Sí podría explotarse con esta legislación si no usara las sustancias prohibidas y si pasa por la Legislatura. Lo que está prohibido es explotarlo con cianuro. Y eso no es un problema porque el 80% del cobre del mundo no se está sacando con cianuro ni con todos esos químicos prohibidos.
Lo escuché también hablar en la cumbre celebrando el rumbo económico del gobierno nacional y el impacto del RIGI. ¿Qué proyectos RIGI tienen chances se presentarse en Mendoza?
En turismo nos ha ido muy bien en estos 7 u 8 últimos años. Ha explotado Mendoza alrededor del vino y la gastronomía y queremos crecer en todo lo que es montaña con centros de esquí. Cambio climático mediante, no siempre tenemos buenas temporadas de nieve. Necesitamos una mayor inversión en la fabricación de nieve, en la construcción de hoteles y demás. Y hemos sacado un plan promocional de impuestos mendocinos, un plan de promoción fiscal para desarrollar ese tipo de actividades. Tenemos un proyecto que apunta al RIGI que es El Azufre, en el sur de la provincia. Tiene nieve más de 6 meses al año y hay interesados de los jugadores grandes de la nieve. También en el Valle de Uco hay un proyecto de Cerro Punta Negra que también es de esas características, pero a una altura un poquitito más alta que El Azufre. Y estamos desarrollando el Camino del Inca, que es de andinismo, y todo lo relacionado al Aconcagua, donde antes todos salían y hacían base desde Chile. Así que hay una oferta turística y hay proyectos que pueden estar incluidos en el RIGI. En energía tenemos una línea de alta tensión que une el norte de San Juan con el Valle de Uco. Es un proyecto de 380 millones de dólares que lo ha desarrollado Emesa y es una línea de alta tensión que nos permitiría conectar todas las plantas de paneles solares, toda la energía solar que podamos conectar y subir a ese lugar, más la hidráulica.
¿Cómo sería?
Es un proyecto para trabajar con Nación, porque el financiamiento, el marco regulatorio eléctrico nos exige trabajarlo con Nación. Ahí estamos a la espera de que defina Nación la orientación general acerca del mercado eléctrico: de la producción de energía y del transporte de la energía. Yo creo que las mineras de San Juan, que tienen proyectos a punto de explorar, necesitan energía y serían candidatos para el financiamiento también.
Entiendo que hay varios proyectos renovables de Mendoza que también entrarían en el RIGI.
Hoy día tenemos proyectos aprobados por 800 millones de dólares. El primero del RIGI es con YPF Luz, que es El Quemado, que es de más de 300 millones de dólares.
Sumando turismo, energía y minería, ¿cuántos proyectos calcula?
En energía podemos tener más de 1.500 millones de dólares. En turismo, el de Penitentes no sé si llega al RIGI, pero sí a 100 millones de dólares. El del Valle de Uco sí puede superar los 200 millones entre caminos, pista de esquí, barrio, energía y demás. Y falta sumar El Azufre. Podríamos superar los 2.000 millones. Y nos falta la minería, pero es difícil saberlo. El proyecto de Potasio Río Colorado podrían ser otros 1.000 millones de dólares la planta total. Así que ya tendríamos 3.000 millones. Y paralelamente a eso nosotros estamos desarrollando un parque industrial con inversión pública que es Pata Mora para que sea un hub de la minería y el Oil&Gas, donde nosotros tenemos la lengua norte de Vaca Muerta.
¿Cómo le gustaría irse de la gobernación dentro de tres años? ¿Qué objetivo se plantea?
Me gusta la pregunta, porque es como empezamos mi programa con mi equipo. Nosotros tuvimos un primer mandato en 2015 con un Estado destrozado, no tenía capacidad ni de pagarle a proveedores ni de pagar sueldos, tenía 2 meses de retraso salarial en diciembre del 2015. Y la verdad que la primera etapa nos concentramos en reordenar el Estado y esa etapa la hemos cumplido con creces. Ahora, seguimos teniendo bolsones en el Estado de improductividad que hay que mejorar de las funciones sustantivas que tienen las provincias: educación pública, salud pública, administración de justicia (que hemos hecho muchas cosas como reducir un 50% la cantidad de juicios laborales), seguridad (que hemos avanzado bastante, pero seguimos teniendo inseguridad). Las funciones sustantivas del Estado en la primera etapa las mejoramos todas. Hace siete años que nosotros tenemos superávit. Hace siete años que reestructuramos nuestra deuda y hemos reducido gracias a un buen manejo de la deuda, nuestros bonos rinden mejor que los de casi todas las provincias. De lo que no hemos podido salir es de representar el 3 o 4% del producto bruto geográfico de la Argentina. Necesitamos incrementar nuestra riqueza. Eso yo me niego a que se lo atribuyan a la administración provincial cuando el país no ha crecido. Acá el país no ha crecido y las únicas provincias que pueden tener un desempeño un poquito mejor que Mendoza son las que tienen commodities. Nuestra economía es bien diversa. Hacemos alimentos, hacemos bebidas (el vino obviamente, pero otras bebidas), hacemos agricultura, agroindustria, hacemos cada vez más turismo de alta gama y de mediana gama, hacemos petróleo. Y lo estamos reactivando, porque se había caído el petróleo. Ahora queremos que vengan empresas más. Hemos llamado a nuevas licitaciones y eso también nos levantará el producto bruto y nos levantará el promedio salarial.
Y a nivel Nación hablaba de los fracasos históricos de muchas administraciones. ¿Ahora cómo está viendo al gobierno en materia de política económica?
Yo creo que la línea general del gobierno es muy buena. Es positiva. Se están haciendo cosas que la Argentina tenía que hacer, son de sentido común. Entiendo que la vara está muy baja después del gobierno de Alberto Fernández y Cristina, pero sí creo que el gobierno está teniendo un acierto al mantener esa línea. ¿Qué no me gusta del gobierno? La generalización. Y tiene algunas inconsistencias en el medio del programa que parece que todas las provincias son iguales, que ninguna ha hecho la tarea. Como la generalización de las universidades. No me gusta ese mensaje porque no genera incentivos a los que hicimos las cosas bien. Nosotros hemos hecho cinco pedidos: que modifiquen el presupuesto en la distribución del impuesto a los combustibles, que distribuyan los ATN no ejecutados, que paguen el consenso fiscal que no lo están cumpliendo. Estamos pidiendo tres o cuatro cosas que son de sentido común que no alteran el equilibrio fiscal y dan garantías a las provincias.