En un escenario global cada vez más complejo y que camina casi a paso acelerado hacia un mayor proteccionismo, con amenazas de una nueva guerra comercial entre las principales potencias económicas, los mercados de Medio Oriente empiezan a brillar cada vez con más fuerza en el horizonte, para llegar hasta allí con la oferta exportable de Argentina.
Se trata de un mercado potencial de más de 300 millones de habitantes, en general, de elevado poder adquisitivo y demanda de productos que el país puede satisfacer casi en forma inmediata.
Aunque parece lejano, no sólo en términos geográficos sino también culturales y de idiosincrasia, los países de Medio Oriente y en especial del Golfo Pérsico, han crecido en los últimos meses como destino de exportaciones.
"Hay un intercambio creciente y ellos también buscan nuevas oportunidades con proveedores confiables", asegura Miguel Ponce, especialista en comercio exterior. Y agrega que estos países tienen una "demanda importante de agroalimentos, energía y tecnología".
Y agregó que países como Emiratos Árabes Unidos tienen una ventaja como centros logísticos regionales, con buena conectividad y demanda de alimentos de "alta gama".
Según datos oficiales entre enero y octubre de 2024 las ventas externas a esa región alcanzaron los US$ 3.495 millones, un incremento de 53,8% respecto del mismo período del año anterior, un guarismo que refleja la importante sequía de la campaña pasada.
Pese a ello, el monto despachado no es poca cosa. Representa unos 1000 millones de dólares más que todas las exportaciones de carne vacuna del país en el mismo período.
Intercambio comercial
Argentina es ampliamente superavitaria con la región de Medio Oriente, dado que las importaciones fueron de sólo US$ 538 millones en 10 meses (caída de 26% interanual), lo que arroja un superávit comercial de US$ 2.958 millones.
La metodología utilizada por el Indec engloba en Medio Oriente a Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Iraq, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Qatar, Yemen, Siria y Palestina.
Un informe de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI) destaca que en Medio Oriente cerca del 10% de todas sus importaciones son alimentos, y en ese conglomerado unos US$ 1600 millones parten de puertos argentinos.
Pero la contracara es que, Argentina exporta a Medio Oriente entre el 3% y el 5% del total despachado, por lo que hay grandes posibilidades de crecer en esos destinos.
Cuatro mercados concentran casi el 75% de las exportaciones a esa región. Según datos relevados por la AAICI el principal destino es Arabia Saudita con US$ 1.196 millones (34% del total), sobresaliendo las compras de soja y maíz.
Le sigue Emiratos Árabes Unidos -con el que el Mercosur está negociando un acuerdo comercial- con 15% (US$ 500 millones) y el foco puesto en petróleo y maíz; luego Irak con 13% (US$ 467 millones) donde llegan soja y aceite de girasol; cerrando el lote Israel con el 11% (US$ 367 millones) centrados en carne bovina y soja.
Hay unas 600 empresas que exportan bienes a países de Medio Oriente. "Se proyecta que estos socios comerciales, en conjunto, crezcan en promedio un 4% por año hasta 2029, lo que incrementaría el potencial de la demanda de productos argentinos", sostienen fuentes de la AAICI.
Fernando Landa, presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) asegura que "en general, los países de Medio Oriente tienen aranceles bajos, que rondan el 5%", algo que los diferencia de los países del Magreb en el norte de África, con aranceles mucho más altos", otra zona geográfica que está creciendo a paso firme en los últimos tiempos.
"En este contexto, habría mayor ganancia de competitividad en firmar acuerdos comerciales con los países africanos", sostiene Landa, dado que este tipo de acuerdo suelen buscar beneficios arancelarios.
Certificaciones y algo más
En cuanto a Medio Oriente, los países que aparecen picando en punta son Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Qatar. "Existen oportunidades y desafíos para el crecimiento de Argentina como exportador con certificación Halal", explica Landa.
Se trata de la certificación que exigen los países musulmanes para el ingreso de alimentos, en especial productos cárnicos, pero también manufacturados. En Argentina el organismo que certifica es el Centro Islámico de la República Argentina (CIRA), en un trámite que es rápido y sencillo.
Al respecto, Miguel Ponce ve oportunidades de negocios en "alimentos de alta gama, productos orgánicos, carne vacuna premium, trigo, vinos, lácteos especialmente quesos, frutas frescas y aceite de oliva", entre otros.
Un relevamiento de la CERA destaca que hoy Emiratos Árabes Unidos es el cuarto destino de exportación de aceites crudos de petróleo, el 5° de oro, 4° en cebada y el 2° en tubos sin costura.
Por su parte, Arabia Saudita ocupa el tercer lugar en la compra de harina y pellets de soja, el 2° en cebada y el primer puesto del podio en tubos sin costura.
En cuanto a Iraq se lleva el segundo puesto en aceite de girasol, y el 3° en tubos sin costura, mientras que Qatar le sigue con el 4° puesto en tubos sin costura. Siria, por su parte, es el principal destino de la yerba mate, aunque a partir de la reciente crisis que terminó con el gobierno de Bashar Al-Assad, las exportaciones quedaron virtualmente paralizadas.
En el intercambio comercial sobresalen importaciones argentinas de gasoil desde EAU y Arabia Saudita, y fosfato monoamónico (fertilizante) y herbicidas desde Israel, entre otros.
Pese a este buen desempeño comercial y el potencial exportador en Medio Oriente, Landa destaca que "el tema logístico es complejo por las conexiones feeder (desde Buenos Aires, San Pablo, Sudáfrica y norte de África y Medio Oriente) por lo que no son destinos fáciles en términos logísticos".
En ese sentido, valora la "diversificación de mercados", pero señala que sólo vamos a ganar competitividad cuando haya menos impuestos y el sistema de reintegros sea más ágil "porque si no, exportás impuestos".
Mientras tanto, desde la AAICI promueven acciones como la participación en Gulfood 2025 del 17 al 21 de febrero en Dubai, la mega feria regional de alimentos.
Es una cita clave, máxime teniendo en cuenta que Emiratos Árabes, junto a Arabia Saudita, se han posicionado como dos de los principales hubs, desde donde puede multiplicarse las exportaciones a otros destinos de la región.