Más de 1000 empresarios del agro responden qué esperan para el 2025
Rentabilidad y presión impositiva, las mayores preocupaciones recurrentes del sector. Por qué creen que este año será mejor que los anteriores.

Empresarios agropecuarios y asesores técnicos de todo el país respondieron la última encuesta SEA CREA durante marzo. El relevamiento arroja un dato contundente: la mayoría mira con optimismo el rumbo económico de la Argentina, aunque exige acciones concretas para que esa expectativa se transforme en mejoras palpables dentro del campo.

La encuesta SEA CREA se realiza cada cuatro meses y en esta edición fue respondida por 1390 empresarios y 207 asesores CREA de diferentes regiones productivas. El 72% de los consultados considera que la economía está mejor que hace un año, y un 68% proyecta que el escenario continuará en esa dirección en los próximos doce meses. Sin embargo, cuando se traslada esa expectativa al terreno de cada empresa, los números cambian: el 45% cree que su compañía está igual que un año atrás y 34% afirma que está mejor. Hacia adelante, 54% imagina una mejora, mientras que 39% cree que la situación no cambiará.

Ariel Angeli, líder de Investigación y Desarrollo de CREA, interpreta esa diferencia como un llamado de atención. Según él, los empresarios necesitan señales microeconómicas claras para sostener sus operaciones. "La diferencia entre las expectativas a nivel general versus las correspondientes a la propia empresa muestran que una porción de los encuestados espera señales en materia microeconómica", advierte.

Fuente: CREA.

 

En ese contexto, apenas el 25% considera que este es un buen momento para invertir, mientras que un 39% lo descarta directamente.

Maíz, soja y pérdidas en el norte

La situación productiva tiene sus obstáculos. El dato que más preocupa en el informe es la caída de rendimiento estimado frente al que se había proyectado a inicios de la campaña. En el caso del maíz temprano, la diferencia negativa es de diez puntos porcentuales. Para la soja de primera, el maíz tardío y el sorgo, el desvío es de ocho puntos.

Fuente: CREA.

El impacto es más grave en las regiones del norte argentino, que vienen golpeadas desde hace varias campañas. Primero, por enfermedades como las que transmite la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), y ahora por condiciones climáticas extremas. Sequías en el arranque y temporales fuertes al final complicaron el rendimiento de los cultivos.

Las consecuencias económicas ya se sienten. El negocio de la soja de primera, con un derecho de exportación del 26%, es rentable solo en algunas zonas de la región central. Además, ese porcentaje se encuentra en una situación transitoria: si no se renueva la medida, volvería al 33% a mediados de año, lo que impactaría en el margen de rentabilidad.

Fuente: CREA.

"Con el nuevo contexto macroeconómico, las actuales condiciones financieras y relaciones de precios, el negocio agrícola debe resultar viable desde lo económico porque, de lo contrario, se plantea una descapitalización que impactará en la sostenibilidad de las empresas agrícolas", advierte Angeli.

En cuanto al maíz, si bien cotiza a mejores precios internacionales que la soja, el resultado proyectado para la campaña 2024/25 en el norte sigue siendo negativo. Los derechos de exportación afectan el precio interno, y eso derrumba la rentabilidad.

"El resultado proyectado promedio de maíz a nivel nacional 2024/25, teniendo en cuenta un precio promedio esperado ponderado de la cosecha temprana y la tardía, es de US$77 por hectárea, un valor que no se corresponde con la enorme inversión realizada que requiere el maíz", remarca Angeli.

¿Qué esperan para la campaña 2025/26?

La mirada a futuro dentro del sector tiene matices. Por un lado, el 48% de los empresarios agrícolas CREA espera un resultado económico mejor que el actual en la campaña 2025/26. Por otro, solo 17% cree que los precios de los granos subirán.

Frente a esa proyección contenida, se destaca un dato positivo: un 33% planea sembrar cultivos de fina en el próximo ciclo. La gran protagonista será el trigo, en un contexto en el que muchas zonas agrícolas cuentan con reservas de humedad altas, una base alentadora para la planificación.

"Gran parte del entusiasmo por la campaña fina 2025/26 se explica por las óptimas reservas de humedad presentes en muchas regiones agrícolas. Con el tanque lleno en el suelo, el impulso natural de los empresarios agrícolas es aprovechar al máximo ese recurso para intentar transformarlo en producción y riqueza", explica Angeli.