El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, presentó este martes ante la Asamblea Nacional una Ley Orgánica para la creación del estado de Guayana Esequiba tras la aprobación mediante referéndum de la anexión de este territorio, perteneciente a Guyana, en unos comicios que las autoridades consideran ahora como vinculantes.
Maduro autorizó la creación de divisiones de la compañía petrolera estatal venezolana Petróleos de Venezuela (PDVSA) y de la estatal Corporación Venezolana de Guayana (CVG) para el Esequibo, a las que ordenó que se les concedan licencias para exploración y explotación de petróleo, gas y minerales, según un comunicado gubernamental.
Asimismo, el mandatario ordenó publicar y difundir "el nuevo mapa de Venezuela" con el Esequibo dentro del Estado venezolano, una zona en disputa entre ambos países y rico en minerales y recursos naturales.
Esequibo jamás formó parte de Venezuela
Detrás de la decisión del jefe de Estado venezolano hay único y gran problema: Essequibo no forma parte de Venezuela, ni lo ha sido desde los tiempos del Imperio español. Esta región, reconocida internacionalmente como parte de la vecina Guyana, y que constituye aproximadamente dos tercios de la extensión de ese país, alberga importantes riquezas petrolíferas.
Guyana afirma que las fronteras actuales, establecidas en 1899 por un tribunal internacional de arbitraje durante la época colonial británica, deben permanecer en vigor. Por el contrario, Venezuela sostiene que el río Essequibo delimita naturalmente la frontera, y tacha de "nulo y sin valor" el veredicto de 1899. Los esfuerzos diplomáticos para resolver la disputa fracasaron en gran medida, siendo un punto de inflexión histórico el bloqueo de Venezuela en 1903, que dio lugar a conversaciones de paz entre países europeos mediadas por Estados Unidos, que volvieron a reconocer las fronteras actuales y establecieron el precedente legal aplicable.
El Acuerdo de Ginebra de 1966, firmado en el momento de la independencia de Guyana, esbozó las directrices diplomáticas para la resolución de conflictos sin validar la reclamación de ninguno de los dos Estados. A finales de la década de 1980 aparecieron avances mediante negociaciones directas entre Guyana y Venezuela a través del método de los Buenos Oficios, una forma de negociación bilateral facilitada por una tercera parte mutuamente amistosa y sin poderes sustantivos. Más recientemente, las Naciones Unidas remitieron el asunto a la Corte Internacional de Justicia, donde continúan las deliberaciones.
A pesar de la larga disputa sobre Essequibo, no hubo indicios previos de que Venezuela buscara activamente un cambio en su estatus. El momento elegido para el referéndum implica claramente que la decisión del presidente Nicolás Maduro está motivada por la política interna y la posibilidad de combinar el enriquecimiento nacional con el engrandecimiento territorial.
Conflicto fronterizo entre Guyana y Venezuela
La guerra en Ucrania, que sacó el petróleo ruso de los mercados occidentales, y la escalada de tensiones en Oriente Medio llevaron a Estados Unidos a volver a comprometerse diplomáticamente con Venezuela. Estados Unidos reintrodujo discretamente el petróleo venezolano en los mercados mundiales a medida que reducía progresivamente las sanciones al régimen izquierdista chavista de Caracas.
Maduro, animado por estos nuevos ingresos petroleros, también busca desviar la atención pública de las próximas elecciones. El referéndum sirve convenientemente a este propósito, azuzando el nacionalismo y mejorando las perspectivas electorales de Maduro, dada la popularidad de la posición del gobierno incluso entre la oposición antichavista.
La esperanza es que este movimiento pueda desencadenar un efecto de "concentración en torno a la bandera" en Venezuela, donde la población apoya en gran medida la postura del gobierno sobre el tema. Podría utilizarse para presentar a los líderes de la oposición como traidores que se alinean con Estados Unidos en contra de los intereses nacionales.
Esequibo y su riqueza petrolera
El conflicto en torno a Essequibo está innegablemente ligado al descubrimiento de vastas reservas de petróleo en la región. Desde 2015, las compañías petroleras, incluida ExxonMobil, descubrieron 46 yacimientos de petróleo en Guyana: cuatro de ellos este mismo año y el último descubrimiento anunciado públicamente en octubre de este año.
Guyana puede tener depósitos de petróleo superiores a 11.000 millones de barriles, que, si se explotan, harán a su población más rica que Kuwait o EAU.
Ambos países perciben notables oportunidades económicas en Essequibo. Para Guyana, que posee las mayores reservas de crudo per cápita del mundo, los nuevos descubrimientos podrían suponer una riqueza sin comparación. Presintiendo este potencial, Guyana adjudicó licitaciones de perforación a grandes petroleras como ExxonMobil, ChevronCVX , BP, TotalEnergies y la empresa local SISPRO.
Es posible que Maduro pretenda utilizar la crisis fronteriza y la posible agresión contra Guyana para solidificar la legitimidad de su régimen autoritario. Sin embargo, parece subestimar las repercusiones de la anexión del territorio. En medio de las preocupaciones por la seguridad mundial y las crisis en Ucrania, Israel y Asia-Pacífico, Estados Unidos no debería tolerar otro conflicto.
Washington ya expresó su apoyo a Guyana, con el vicesecretario de Estado, Brian Nichols, afirmando el derecho de Guyana a desarrollar sus recursos. Tanto la Comunidad del Caribe como la Organización de Estados Americanos consideraron ilegal el referéndum previsto en Venezuela. Brasil, que comparte fronteras con Venezuela y Guyana, aboga por una resolución pacífica.
La anexión sería un grave error, que no aportaría ningún beneficio a la economía venezolana, ya devastada por las sanciones y la emigración masiva.