El Gobierno anunció que todos los gastos que los turistas extranjeros realicen en el país con tarjeta de débito o crédito se liquidarán al tipo de cambio MEP (Mercado Electrónico de Pagos) en lugar de hacerlo al oficial.
La medida, que entrará en vigencia a partir del viernes, tiene el objetivo de “reducir la brecha” entre los dólares financieros y el oficial por la supuesta mayor oferta de MEP.
Otra de las metas del nuevo mecanismo es hacer más “transparente" la operatoria del turismo, ya que los visitantes podrán pagar los consumos con tarjeta en lugar de recurrir al mercado informal y abonar en efectivo.
También estimaron que ingresaron al país US$ 2.500 millones por el turismo receptivo, pero la venta de dólares en el mercado libre y la utilización de esos pesos para hacer transferencia solo dejaron un ingreso del 15% de ese total ingresado.
En este marco, confían en recaudar unos US$ 1.000 millones en estos últimos dos meses del año antes del inicio de la temporada alta, en la que se espera el arribo de turistas de Europa, que hoy tienen una presencia en torno al 50% respecto a la que existía antes de la pandemia, y que no son tan afectos a utilizar dinero de contado como sucede con los de los países limítrofes.
Según cifras que maneja el Ministerio de Turismo, hasta ahora las tarjetas declaraban operaciones por un monto estimado de US$ 30 millones por mes. Con esta nueva operatoria, la facturación podría alcanzar los US$ 250 millones.
Si bien se trata de una medida más dentro de las decenas puestas en marcha durante los últimos años, lo cierto es que esta en particular es más “proturismo” que las anteriores.
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Para Joaquín Arregui, fundador de la consultora Extensio, “al turismo hay que cuidarlo en vez de explicarles que deben ir a una cueva o arbolito para cambiar dólares por un tipo de cambio real o de economía”.
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No obstante, el experto aclaró que no cree que impacte significativamente en el mercado cambiario, principalmente porque el total de US$ 250 millones proyectado es “una cifra muy baja como para hacer bajar el valor del dólar MEP”.
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Además, enfatizó en que “tantas medidas no tienen sentido”, porque al final se va a terminar “un mandato con múltiples tipos de cambios, superando los 10 tipos, que solo existen con el fin de que ciertas empresas puedan importar a un dólar beneficiado por el BCRA, es decir, un dólar artificial”.
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Según Arregui, “el mercado interpreta que el doblar oficial va a acomodarse al resto de los dólares de acá a máximo enero 2024". “Veo un mercado de futuros que se está poniendo barato para nuevamente cubrirse ante un posible sinceramiento del tipo de cambio oficial hacia un valor de $250/$300”, expresó.
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Aunque podría parecer que las nuevas normas del Gobierno dejan ver un “desdoblamiento cambiario oficial”, lo cierto es que se trataría de un escenario temporal, no definitivo.
Asimismo, detalló que "también se debe contemplar que si ocurre una devaluación debería ser en este año, puesto que 2023 es campaña electoral y no veo en épocas de campaña que sirva devaluar para acomodar la macroeconomía, sino que será con más cepo, más pérdidas de reservas netas y más inflación”.
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