Los principales desafíos económicos del segundo semestre
Lorenzo Sigaut Gravina Socio Fundador y Director de análisis macroeconómico de Equilibra.
Lorenzo Sigaut Gravina Socio Fundador y Director de análisis macroeconómico de Equilibra.
Milei logró en sus primeros 6 meses de gestión equilibrar las cuentas públicas, cortar la emisión para asistir al fisco, acumular reservas, mantener relativamente acotada la brecha, reducir significativamente la inflación y los pasivos en pesos del BCRA y aprobar la Ley Bases y el Paquete fiscal (aunque aún no sabemos si Diputados sostendrá la versión original o aprobará los cambios del Senado). El costo fue un fuerte deterioro de la actividad y de los indicadores socioeconómicos, la acumulación de nueva deuda comercial por -esquema de pago a plazos- de importaciones, el sostenimiento de las restricciones cambiarias y el traspaso de deuda en Pesos del BCRA al Tesoro.
Los principales desafíos económicos para el segundo semestre del año son: 1) sostener el hito logrado en materia de superávit fiscal; 2) consolidar la baja de la inflación y la recuperación de la actividad; y, 3) despejar los nubarrones que se acumularon en el frente cambiario.
No será sencillo sostener el equilibrio fiscal en la segunda mitad de 2024. La presión a incrementar el gasto en diversos rubros será creciente: ya hay media sanción a un proyecto opositor para recomponer el poder adquisitivo perdido de los haberes previsionales; el freno del gasto de capital se morigeraría por la necesidad de terminar obra pública próxima a su finalización; y, ya no hay margen para reducir subsidios económicos sin ajustar las tarifas de servicios público (el ahorro por no pagos se consumió). Si la recuperación del nivel de actividad no es en forma de “V” como dice el gobierno sino en forma de “U” como esperamos la mayoría de los analistas, no habría un repunte los ingresos tributarios para afrontar mayores erogaciones en la segunda mitad del año, pues la mejora de los derechos de exportación agropecuarios se irá diluyendo a medida que nos acerquemos a 2025. El paquete fiscal aprobada en Diputados buscaba apuntalar la recaudación en el segundo semestre, pero no queda claro si finalmente se aprobará con los cambios aplicados en el Senado (sin restitución de impuesto a las ganancias 4 categoría, ni modificaciones a Bienes Personales).
En cuanto al escenario de inflación y actividad, el gobierno necesita que la suba de precios siga moderándose y que la economía -aunque sea lentamente- comience a recuperar el terreno perdido. El alza del IPC en mayo (+4,2%) fue particularmente baja por deflación en el rubro Prepagas y postergación de subas de precios Reglados, pero este mes la inflación arrancaría con 5% (por el alza de prepagas y ajustes de tarifas energéticas), interrumpiendo el sendero mensual bajista. Por el lado del nivel de actividad se espera una recuperación del sector agropecuario (mayor cosecha gruesa por mejores condiciones climáticas) y expansión de la minería y la energía, pero faltan encender el resto de los motores del crecimiento. Más allá de dichos sectores, el dinamismo de las exportaciones tenderá a moderarse por la pérdida de competitividad cambiaria. Asimismo, pese al estímulo del RIGI, la inversión no repuntará significativamente en un contexto de elevada capacidad ociosa, mercado interno anémico y dificultades para competir internacionalmente. Por último, tras semejante shock negativo sobre los ingresos, es probable que la mejora del consumo sea lenta porque competirá con la recomposición de ahorros de los hogares en un cuadro de creciente temor al desempleo.
Por último, pero no por ello menos relevante, se acumularon distonrsiones en el frente cambiario. Entre ellos destacan: la pérdida de competitividad externa, que se profundizará hasta que se logre la convergencia de las variables nominales al crawling peg del 2% mensual; el ahorro por plazos de pagos de las importaciones (diferencia devengado vs. caja) se está diluyendo; los pagos de deuda en dólares (bonos del Tesoro y Bopreal) se elevan en la segunda mitad del año; la estacionalidad alta de las exportaciones del agro se va a terminando junto con las apuestas al carry trade. De hecho, en el último mes se frenó la recomposición de Reservas y aumentó la brecha, señal de que ya no alcanzan las divisas para mantener la calma cambiaria. Salvo que se genere un masivo ingreso de capitales en el segundo semestre (fondos frescos del FMI+ Inversión Extranjera Directa y de Porfolio), la presión aumentaría haciendo cada vez más difícil el levantamiento del cepo sin un salto significativo del dólar oficial, lo cual significaría mayor inflación, recesión y pérdida de capital político.
* Lorenzo Sigaut Gravina, Socio Fundador y Director de análisis macroeconómico de Equilibra.