Esta vez no pasa ni por la seguridad jurídica, ni por el orden macroeconómico ni por reglas claras. La variable principal que decidirá si se concreta la inversión de uno de los mayores proyectos petroquímicos a escala mundial en el país es simplemente una cuestión geológica que está bajo análisis.
“Obviamente que nos ayuda mucho cuando se puede transferir dividendos al exterior, cuando la situación comercial es mucho más transparente o cuando hay un mercado un poco más abierto en el tema de flujo de capitales. Pero hoy, por los objetivos de sustentabilidad que tiene Dow, el primer disparador para pensar en la inversión pasa por la carbono neutralidad. Y eso depende de la estructura geológica del suelo. Porque lo que se hace es capturar el dióxido de carbono y colocarlo en cavernas”, explica Javier Constante, presidente de Dow para América Latina y Brasil.
En su paso por Buenos Aires, el ejecutivo radicado en San Pablo con más de 30 años de carrera en la industria petroquímica, cuenta los planes de la empresa en el país y la intención de agregar valor al gas de Vaca Muerta. “Tenemos que exportar productos elaborados, no materia prima”, sostiene en diálogo con Forbes.
Hace años que se habla del potencial gasífero argentino, que es un insumo vital para la petroquímica, pero que no termina de desarrollarse. ¿Cómo están viendo el escenario actual y los cambios a nivel político?
Somos cautamente optimistas, obviamente, porque las cosas recién han empezado a cambiar. Ese potencial de gas coloca a la Argentina en un lugar preferencial para nosotros. Nosotros tenemos operaciones muy grandes en Estados Unidos y en Canadá. Pero cuando vemos los grandes yacimientos de un gas utilizable, en Argentina es un potencial que siempre está ahí, independientemente del gobierno. Hoy con la perspectiva de algunas desregulaciones o de apertura para inversiones extranjeras nos hace muy optimistas. Estamos participando en Vaca Muerta. Tenemos el yacimiento El Orejano en Neuquén en un joint venture con YPF y participamos del transporte de gas en otro joint venture con Compañía Mega, Petrobras e YPF. Entonces estamos listos y estamos a la expectativa de ver en dónde desemboca todo esto.
¿La sanción de la Ley de Bases con el RIGI juega a favor? ¿Es un punto que estaban esperando?
El RIGI es un estímulo definitivamente importante porque cualquier inversión que se quiera hacer en gas va a ser arriba de 100 millones de dólares. Cualquier inversión que nosotros quisiésemos hacer en expandir el polo de Bahía Blanca y maximizar el potencial del uso del gas va a ser superior a esa cantidad. En seguridad jurídica también, es positivo. Pero necesitamos ver más.
¿Qué otras cosas hacen falta?
Nosotros no somos los productores de gas, entonces necesitamos ver que la parte de generación de gas esté y la parte de transporte también.
¿Cuáles es el factor principal que una compañía como la de ustedes mira a la hora de decidir una inversión o un gran proyecto? ¿Pasa más por un tema económico, financiero, regulatorio o de disponibilidad del gas?
Todos esos, pero te voy a decir el primero. Dow, por sus objetivos de sustentabilidad, no va a hacer ninguna inversión que no pueda ser carbono neutral. Entonces, el primer objetivo es crecer con neutralidad de carbono. Es el primer disparador para pensar una inversión. Y ya no vamos a construir como se hacía antes. Por eso estamos construyendo en Canadá el primer polo petroquímico verde o carbono neutral. Y eso es lo que queremos replicar en el resto del mundo.
¿Hay oportunidades de hacer eso en Bahía Blanca?
Creemos que sí y estamos trabajando en la investigación sobre ese asunto.
¿De qué depende?
Si hacemos el mismo proyecto que en Canadá, depende de la estructura geológica del suelo. Porque lo que se hace es capturar el dióxido de carbono y colocarlo en cavernas. Existe una buena posibilidad. Tenemos un MoU de exploración para entender si en Bahía Blanca es factible. Somos bien optimistas en eso.
¿Qué características geológicas se necesitan para que se pueda depositar el carbono en la roca?
Tiene que haber cavernas. Tiene que haber fracturas en la estructura geológica que te permita acumular allí esos gases. Cuando empezamos a pensar en Bahía Blanca todo el mundo dijo: 'Uh, pero eso está en Neuquén, habría que llevarlo hasta Neuquén'. Estamos haciendo las evaluaciones con nuestros socios para analizar las fallas geológicas de la región de Bahía Blanca y ver si existe la oportunidad. Habría algunos indicios.
O sea, ¿excede a toda esta discusión que teníamos de orden macroeconómico o regulaciones?
Primero tiene que ver con que podamos hacer la inversión de la manera como nosotros invertimos en todo el mundo: carbono neutral. Una vez que eso está, vamos hacia adelante con el tema de la parte macroeconómica. Obviamente que nos ayuda mucho cuando se puede transferir dividendos al exterior, cuando la situación comercial es mucho más transparente, cuando hay un mercado un poco más abierto en el tema de flujo de capitales. Pero yo te diría que tiene que ser una situación muy crítica para que, si esa condición de hacer un polo carbono neutral existe, seamos temerosos de seguir adelante por una situación económica puntual del país.
¿El contexto internacional juega a favor de la Argentina luego de la guerra en Ucrania y el auge de los conceptos del friendshoring?
Ayuda. No te voy a decir que no. Pero quizás ayuda más en el friendshoring a los países que están más cerca de Estados Unidos. Lo que ayuda mucho a Argentina si podemos desarrollar este tipo de planta, que al final del día te entrega un polietileno verde (o con baja huella de carbono para ser más preciso), es que nosotros podríamos participar del mercado europeo que hoy está muy jaqueado por todos los temas del Green Deal. Y Bahía Blanca tiene una facilidad logística muy buena para llegar a Amberes o a Rotterdam fácilmente. Europa te reconoce un valor agregado por ese producto y hoy no existe esa producción en ningún lugar del mundo. Nosotros vamos a ser los primeros en hacerlo en Canadá, pero podemos ser los segundos en hacerlo en la Argentina también si las condiciones se dan apropiadamente.
¿Qué tamaño tendría ese proyecto?
Es muy temprano decirte cuánto sería la inversión, porque para eso deberíamos saber las condiciones geológicas y lo que significan. Solamente te puedo decir que hoy nosotros estamos haciendo una inversión que supera los 7 mil millones de dólares para transformar la planta de Dow en Canadá en el primer sitio de emisiones netas de carbono a gran escala en el mundo.
Eso representa un valor agregado muy grande, ¿verdad?
El país tiene que exportar productos, no tiene que exportar la materia prima. Yo creo que la industria petroquímica es la madre de todas las industrias. Uno puede definir como país qué es lo que quiere: si hace solo commodities muy básicos o si hace un producto elaborado que le agrega valor a lo que sacás de la tierra. Y yo creo que tenemos que darle un verdadero valor al gas, no quemarlo.
Cuando Argentina compite con el resto de los países en un proyecto como este, ¿qué cosas tiene a favor y qué cosas tiene en contra?
Disponibilidad de profesionales, el recurso del gas y la logística. Tenemos una logística muy buena, aunque parezca que estamos en el fin del mundo. En Canadá estamos en la costa del pacífico, al norte de Vancouver. Entonces, si vos querés llegar a Europa o hacés una logística terrestre (que también la estamos desarrollando) o tu mercado es más el Pacífico. Bahía Blanca nos da la ventaja de entrar muy bien. Porque incluso podemos llegas hasta Colombia, llegamos hoy por hoy a vender en el polo petroquímico de Manaos, que es un desafío porque hay entrar por el río Amazonas.
¿Cómo nos están viendo desde afuera?
Si hablo sobre el corto plazo, van a protestar porque no se pueden sacar los dividendos y ese tipo de cosas. Pero nosotros priorizamos la mirada de largo plazo. Argentina es un país con una reserva gasífera impresionante, con una facilidad logística también muy buena y con el recurso humano disponible inmediatamente. Entonces para nosotros es un lugar de potencial inversión. No podemos mirar lo que nos pasó el año pasado en rentabilidad, sino que en realidad cuando nosotros hablamos de Argentina mostramos los últimos 20 años. Y el retorno de nuestra inversión a veces está acá arriba, a veces está acá abajo, pero miramos los 20 años y valió la pena porque lo gerenciamos muy bien. Porque para manejar Argentina, tenemos argentinos. Entonces ellos entienden muy bien todos los distintos niveles, todos los cambios de impuestos que nos pasan a veces tres cambios de impuestos (en especial en los últimos años), todos los cambios en las condiciones financieras. ¿Es un dolor de cabeza para un grupo? Sí. Pero te diría que ese grupo profesional que tenemos en Argentina es para sacarse el sombrero.
¿Y cómo estamos a nivel del recurso humano?
Te cuento lo que nos pasó en la tormenta del 15 de diciembre, el año pasado. Cuando uno tiene un huracán en una planta en Estados Unidos, vos tenés el anuncio del huracán 72 horas antes, sabés cuándo te está llegando y hacés una parada de planta gradual y muy ordenada para que cuando te llegue el huracán está todo parado. Acá llegó de golpe. Entonces cuando se cortaron las operaciones las plantas estaban en medio de producción, lo cual les generó un daño terrible. Nunca en la historia de Dow frente a un proceso así, en 40 días estaba todo el site arriba y operando, cuando la gente que tenía que ir a trabajar ahí no tenían electricidad en su casa ni agua en su casa. El CEO de Dow, Jim Fitterling, entrevistó en una sesión de comunicación interna global a la gente de Bahía Blanca como un ejemplo de resiliencia y de compromiso. Entonces Argentina tiene algunos problemas, pero tiene algunas cosas que la hacen super atractiva. Y eso que te lo dice un argentino que se fue hace 23 años.
Con una mirada más a largo plazo. ¿Cómo están viendo el desarrollo del hidrógeno verde para la industria petroquímica?
Es muy incipiente el tema del hidrógeno verde. Nosotros tenemos un objetivo de sustentabilidad anunciado: en 2030 reducir 15% de las emisiones de dióxido de carbono tomando como base 2020. Y en scope 1, 2 y 3 cero emisiones en 2050. Entonces todas las avenidas están siendo evaluadas, desde hidrógeno verde, materiales biobasados, todas las alternativas las estamos evaluando.