América Latina es uno de los mercados financieros más dinámicos del mundo, con 600 millones de consumidores que generan casi 6 billones de dólares en valor interno bruto. La región asumió un papel de liderazgo en la revolución de los pagos digitales, por encima incluso de Estados Unidos en lo que respecta a pagos en tiempo real y otras áreas críticas.

Estos avances responden a la demanda cada vez más grande de sistemas de pago instantáneos y digitales, y tanto las empresas como los gobiernos están impacientes por ofrecer estas tecnologías a los consumidores latinoamericanos. De hecho, satisfacer estas expectativas será una tarea difícil en los próximos años.

El ecosistema de pagos digitales en América Latina está evolucionando. Mientras que el efectivo dominaba la escena anteriormente, los consumidores se están pasando rápidamente a las alternativas digitales, muchas de las cuales operan en tiempo real.

El mercado argentino

Según un informe de la fintech Galileo, Argentina registró una reducción del 20% en el uso de efectivo durante el año pasado, mientras que Brasil y México registraron descensos del 17% y El Salvador del 5%. Las empresas cambiaron sus estrategias para adaptarse a esta tendencia generalizada, y el 92% de las pequeñas empresas afirman que aceptan pagos electrónicos.

Las transferencias entre pares (P2P) y bancarias representan el 82% de estas transacciones digitales, seguidas de los mercados en línea, con un 33%, y los códigos QR, con un 32%. Los teléfonos móviles son un motor clave de este cambio, ya que el 88% de los consumidores declararon utilizar sus teléfonos para realizar transacciones o abrir nuevas cuentas bancarias.

Por otra parte, la e-wallet Mercado Pago de Argentina contaba con más de 14 millones de usuarios el año pasado, y los consumidores utilizan el sistema para diversos pagos y funciones bancarias, como la solicitud de préstamos y la contratación de seguros de vida. 

Según el informe mensual de pagos minoristas publicado por el BCRA recientemente, la cantidad de cuentas de pago registradas, con un saldo de 279,8 mil millones de pesos, y los saldos invertidos en Fondos Comunes de Inversión (FCI) de dinero alcanzaron los 1,1 billones de pesos, representando el 3,45% del total de los depósitos del sector privado.

El alto valor entre empresas representó el 76% de las transferencias, con un total de 11.019.811 operaciones por un monto de 72.915.680,2 millones de pesos. Paralelamente, se efectuaron 247,7 millones de transacciones con tarjeta de débito por $ 2,9 billones, con variaciones del 30,6 % i.a. en cantidades y del -0,8 % i.a. en montos. Respecto a las tarjetas de crédito, se observan variaciones interanuales del 16,1% en cantidades y del -6,6 % en montos, realizándose 122 millones de pagos por $ 2,9 billones

Qué sucede en el resto de la región

La penetración de los pagos digitales en Chile ha sido mucho menor que en la Argentina, ya que sus ciudadanos siguen prefiriendo el efectivo y las tarjetas. Esta tendencia está cambiando rápidamente. Sin embargo, n 2022, el uso de efectivo se redujo al 23% en el valor de los puntos de venta (POS), frente al 27% en 2021.

En otro países, los sistemas de pago instantáneo respaldados por el gobierno están en auge. El sistema Pix de Brasil, por ejemplo, es una plataforma de pagos instantáneos gestionada por el banco central del país. Desde Galileo remarcan que el 43% de los consumidores utiliza Pix a diario, frente al 29% que recurre a las tarjetas de crédito y el 21% que utiliza efectivo. Además, el 82% de los encuestados afirmaron que Pix tiene un impacto positivo o muy positivo en sus vidas. Este entusiasmo también se traslada a la banca digital, ya que los canales digitales representan el 95% de todas las interacciones de los consumidores con sus bancos.

Los pagos son sólo una parte de la revolución de la banca digital que se está produciendo en América Latina. Los consumidores también están cambiando su forma de comprar, aprovechando la conexión constante a Internet que proporcionan sus smartphones para consultar ofertas, realizar pagos e interactuar con las herramientas digitales que ofrecen las propias tiendas, tanto online como offline.

Por ejemplo, el 24% de las mujeres mexicanas pagaron sus últimas compras de comercio electrónico con una billetera digital. Galileo comparte que las compras de los consumidores mostró que la proporción de compradores en las tiendas que pagan con tarjetas de débito sin contacto aumentó un 137%, del 3,6% en 2021 al 8,6% en 2022, mientras que la proporción de compradores en las tiendas que pagan con tarjetas de crédito sin contacto creció un 418% en el mismo período de tiempo.

A su vez, los monederos digitales son otra herramienta popular, especialmente entre las mujeres mexicanas: el 24 % de las mujeres pagaron sus compras más recientes de comercio electrónico con un monedero digital, y el 4 % utilizó uno para pagar sus compras más recientes en tienda. El comprador medio utiliza no menos de 10 funciones de compra digitales diferentes por compra, y el 30% de las mujeres mexicanas encuestadas en el informe afirman que quieren integrar lo digital en todos los aspectos de sus viajes de compra.

Por su parte, los brasileños utilizan sus smartphones en cada paso del proceso de compra. Aunque los teléfonos inteligentes se asocian más comúnmente con el comercio electrónico, también son valiosos activos de compra en las tiendas físicas. La mitad de los compradores de tiendas físicas en Brasil utilizan sus smartphones mientras compran en la tienda, y el 57% afirma que prefiere este canal al online por la disponibilidad inmediata de los productos. Una encuesta reciente de PYMNTS Intelligence reveló que los compradores brasileños utilizan principalmente la tecnología digital cuando compran en la tienda para consultar precios, ofertas y descuentos.

En lo que respecta a los pagos, la tecnología sin contacto está en auge. El 48% de todos los compradores en tiendas de Brasil pagaron sus compras más recientes con un monedero digital o una tarjeta sin contacto, lo que supone un aumento del 216% interanual.

Al igual que sus homólogos de todo el mundo, los consumidores latinoamericanos están adoptando cada vez más los métodos de pago digitales por su comodidad, rapidez y características de seguridad mejoradas. El deseo de realizar transacciones rápidas y seguras impulsó la adopción de plataformas de pago digitales, que ofrecen a los usuarios la posibilidad de realizar compras, transferir fondos y pagar facturas sin problemas.