Las acciones de Estados Unidos están devuelta en un mercado alcista y la economía del país ha superado constantemente las expectativas, lo que lleva a algunas empresas a sugerir que la amenaza de recesión se ha aliviado o superado por completo. Sin embargo, según algunos de los administradores de bonos más grandes del mundo, como Fidelity International y Allianz Global Investors, tal forma de pensar corre el riesgo de cometer un grave error para los inversores, por lo que siguen manteniendo sus pronósticos de recesión y aconsejan cubrir cualquier apuesta en activos de riesgo.
De acuerdo a Steve Ellis, director de inversiones de renta fija global en Fidelity International, "algo parecido a una crisis crediticia es lo que más preocupa". El ejecutivo ha acumulado riesgo de duración, argumentando que, cuando los bancos centrales se vean obligados a cambiar su política, obtendrán un rendimiento superior. Además, prevé que el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años caerá al 3% para fin de año.
En tanto, Mike Riddell, gerente de cartera en Allianz Global Investors, también cree que las acciones, los bonos y la deuda corporativa están subestimando los riesgos. Bajo su punto de vista, habrá una "recesión desagradable" en los próximos seis meses, motivo por el cual recomienda tener una posición alcista en tasas y una bajista en activos de riesgo.
Aunque las nóminas no agrícolas de mayo superaron las estimaciones y la resolución de la saga del techo de la deuda de Estados Unidos mejoró la confianza, los saldos de las tarjetas de crédito se mantuvieron sin cambios en el primer trimestre, lo que indica que los consumidores están sintiendo dificultades financieras.
En este contexto, Patrick McDonough, gerente de cartera cuantitativa de PGIM, señala que "la desventaja es cada vez más probable, solo porque los consumidores han apoyado durante mucho tiempo".
A pesar de la aparente mejora en los mercados y la economía de la nación de Joe Biden, los gestores de Wall Street continúan advirtiendo sobre el riesgo de recesión y aconsejan a los inversores que cubran sus apuestas en activos riesgosos, ya que el peligro de una crisis crediticia y la posible corrección en bonos corporativos con calificación basura son motivos de preocupación.
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