Los fondos comunes de inversión (FCI) están entre los vehículos financieros más interesantes y populares para proteger e incrementar el capital a largo plazo en Argentina. De hecho, según la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión (CAFCI), la industria local de fondos abiertos gozó de un ascenso de patrimonio del 2,3% mensual en septiembre hasta los $47,63 billones.
Sin embargo, esto no quiere decir que los FCI sean ideales para todos los tipos de inversores. Más bien, son muy aconsejables para cuatro perfiles en particular:
Los que buscan diversificar
Existe un claro perfil de inversor para el que los FCI son sumamente adecuados: aquel que busca diversificar adecuadamente. Prácticamente todos los vehículos de esta clase invierten en decenas, cientos o incluso miles de activos financieros de toda índole, lo que reduce el riesgo "no sistemático" o "diversificable".
Mediante la compra de una única cuotaparte, un inversor podrá acceder a una canasta de numerosos bonos, acciones, materias primas o todos estos activos juntos, y con poco dinero. Así, se podrá obtener un rendimiento a largo plazo con baja volatilidad.
Los que no quieren complicarse
Por otro lado, los FCI son recomendados para los inversores que no quieren complicarse demasiado o que no buscan dedicarles mucho tiempo a la compraventa de activos y a los respectivos análisis.
La gestión de los FCI está a cargo de un equipo de profesionales compuesto por operadores bursátiles, analistas de Investigación y administradores de carteras, entre otros, que tratan de tomar las mejores decisiones para cumplir con los objetivos y necesidades de los clientes, quienes sólo deben suscribir y rescatar el capital.
Los que apuntan a salir del riesgo argentino
En tanto, en la industria local, muchos FCI permiten salir lo máximo posible del riesgo argentino, ya que invierten, principalmente, en bonos corporativos y soberanos de otros países de América Latina, e incluso de Estados Unidos.
De esta forma, un inversor local que no confíe en el futuro del país o que tenga miedo de la fuerte volatilidad, y con justa razón, podrá simplemente invertir en alguno de estos "fondos Latam" desde una cuenta argentina como estrategia principal o complementaria.
Los que desean aprovechar la inestabilidad
Además, estos mismos fondos de activos internacionales son ideales para los inversores, o especuladores en este caso, que quieran aprovechar la inestabilidad cambiaria que amplía el "canje", que no es más que la diferencia entre el tipo de cambio MEP y el CCL.
Por ejemplo, si el primero vale $1.200 y el segundo cuesta $1.300, entonces el canje será del 8,3%, aproximadamente. Hoy en día, este spread ronda el 3,3%, pero muchas veces oscila en torno al 0% o incluso se vuelve negativo. En estos escenarios favorables, resulta conveniente suscribir a fondos globales y luego rescatar cuando la diferencia se amplíe para obtener un beneficio.