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Estudio Martínez de Hoz
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Los cambios de regulación que hacen falta para que la Argentina se convierta en un gran exportador de GNL e hidrógeno

Fernando Heredia

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En una entrevista con Forbes, Juan Cruz Azzarri y José Martínez de Hoz, abogados especialistas en el sector energético, analizan la situación de la industria y proponen una serie de normativas para aprovechar una oportunidad única que podría cambiar la macroeconomía argentina.

25 Agosto de 2023 14.11

Si bien hay un consenso entre todas las fuerzas políticas del país en que es necesario potenciar al sector energético para que se convierta en uno de los principales motores de la economía argentina, todavía hay muchas diferencias respecto a las reformas que hacen falta para cumplir ese objetivo.

Frente a este debate, Forbes acudió a uno de los estudios jurídicos más respetables en la industria del Oil & Gas, para analizar los cambios de regulación necesarios para convertirse en un jugador a escala global en la exportación de GNL e hidrógeno, los vectores energéticos que marcarán la transición de las próximas décadas.

Socios fundadores de Martínez de Hoz & Rueda, Juan Cruz Azarri y José A. Mártínez de Hoz son dos abogados con amplia experiencia en la materia, que asesoran a las principales empresas de la industria. 

¿Cuál es el estado de situación del sector energético y qué aspectos debería mejorar el próximo Gobierno? 

Azzarri: A nivel global, con la invasión de Ucrania hace un año, empezó a haber un reacomodamiento del tema energético de cómo se abordaba la cuestión energética en el mundo. La necesidad de tener soberanía energética para los países desarrollados y para todos los países en general y que los abastecedores de esa energía sean aliados, amigos más cercanos. Eso produjo un cimbronazo fuerte en todo. En precios, el gas subió exponencialmente y después se fue acomodando, pero empezó a ser necesario el desarrollo de proyectos de LNG. La Unión Europea y Estados Unidos pusieron el foco en hidrógeno verde e hidrógeno azul también. Con lo cual, todos esos cambios a nosotros nos colocan en una posición como país de mucha potencialidad. Tenemos Vaca Muerta, podemos producir gas para 300 años, y no vamos a llegar a desarrollarla en la ventana que tenemos producto de esta transición energética. Argentina tiene que aprovechar los próximos 50 años porque el mundo está yendo a una transición energética donde el gas es el instrumento de transición, pero no es el final. Entonces, el desafío que tiene Argentina es no perderse ese tren y tampoco perderse el tren de esta nueva industria que está surgiendo que es la de hidrógeno de bajas emisiones, donde puede aprovechar Vaca Muerta también a través de hidrógeno azul y las fuentes renovables que la Argentina tiene en la Patagonia con el viento y en el norte con el sol. Ambos negocios son de exportación y darían una gran solución al problema de divisas que Argentina tiene hoy. Si Argentina hubiese tenido una ley de promoción a los 5 o 6 meses de la invasión a Ucrania y aislando eso del conflicto político, ya hubiese podido empezar a desarrollar algunos proyectos.

¿Qué tiene que hacer Argentina para aprovechar esa oportunidad? 

Martínez de Hoz: Dos cosas. Tener una macroeconomía ordenada, con niveles de inflación razonables, sin cepo y con solvencia fiscal. Segundo, hay un proyecto de ley en el Congreso que es un avance, pero necesita mejorar varias cosas. Primero, en materia de libre disposición de divisas, se queda corto. No es claro en la posibilidad de utilizar esas divisas para pagar la financiación del desarrollo de los ductos en caso de que no los construya el mismo titular, sino un transportista independiente. Después, el upstream está cubierto en tanto y en cuanto los bloques pertenezcan al mismo consorcio o titular, pero si no fuera el mismo, la ley debería ser más clara. El otro punto son los permisos de exportación. Es necesario asegurarse que sea un flujo no interrumpible y que se pueda exportar libremente con contratos. Por otro lado, las retenciones a las exportaciones hacen que los economics del proyecto sean menos atractivos y dificulta la posibilidad de competir en el mundo. Y un punto final a tener en cuenta es un mecanismo de arbitraje internacional. En ningún proyecto internacional las disputas se dirimen en el tribunal de ese país.

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¿Cuál es el potencial del país si se concretan las reformas necesarias?

Martínez de Hoz: Vaca Muerta hoy está desarrollada en no más de un 10% y prácticamente con fondos propios producto del cepo cambiario. Si se desarrollase en un 50% de superficie en los próximos 10 a 15 años, podría producir hasta 400 millones de m3 diarios, cuando hoy estamos en 140 millones. De eso, podríamos exportar la mitad, lo que representaría entre 27.000 y 30.000 millones de dólares por año a precios de hoy y se ubicaría muy cerca de lo que exporta el complejo sojero.  

¿Qué habría que hacer para impulsar el mercado regional de gas?

Martínez de Hoz: Hay que salir del esquema de permisos estacionales e ir a permisos de largo plazo. Cualquier comprador de gas va a tender a comprometer mayores volúmenes si se asegura volumen y precio. Nos ha quedado el temor de lo que sucedió en 2004 cuando terminamos restringiendo las exportaciones de gas a Chile. Hoy la situación es muy diferente. En ese momento, las reservas de gas dependían del éxito exploratorio y del nivel de inversión porque era gas convencional. Hay una frase que dice que la exploración es el segundo negocio más riesgoso después de Hollywood. Ese riesgo hoy no lo tenés. Vaca Muerta tiene 150 años de consumo doméstico, no hay riesgo de quedarse sin gas. Entonces, no tiene sentido tomar una postura conservadora. Si no monetizas tus reservas, te va a pasar lo que sucede con el carbón.

Y en cuanto al proyecto de hidrógeno, ¿qué les parece?

Azzarri: El proyecto de hidrógeno es bastante malo. En primer lugar, se parte de nombrar los tipos de hidrógeno que promociona en colores, cuando en realidad lo que debiera hacer es que sea un proyecto de producción de hidrógeno de bajas emisiones, que es a dónde va el mundo, porque uno no sabe cómo va a evolucionar la tecnología. Segundo, los beneficios que da no son beneficios acordes a una industria que tiene un montón de incertidumbre. Hoy no hay offtakers por esos volúmenes entonces no hay claridad en eso, con lo cual todas las inversiones que se hacen son inversiones que tienen un grado de riesgo importante. Entonces, el proyecto de ley tiene que partir de que no es una industria madura que conocemos los riesgos y que más o menos sabemos que va a ser un gran negocio. El proyecto de ley presentado establece que muchos de los plazos de los beneficios empiezan a correr desde la sanción de la ley y no desde la aprobación del proyecto. Eso es un problema porque hasta 2033 es muy probable que pocos proyectos se empiecen a desarrollar. Primero, se tiene que acomodar la macroeconomía, tienen que hacer todo el diseño de ingeniería, tienen que hacer todo un diseño de detalle que les va a tomar tiempo, tienen que iniciar todos los procedimientos para ser reconocidos dentro del esquema, después tienen que juntar las obras que son muy importantes, hay que hacer 2 GW de renovables, hay que hacer una planta de electrolización de 1 GW, hay que hacer una planta de desalinización, hay que hacer las facilities y la infraestructura para la producción y el almacenamiento del hidrógeno y de la producción de amoníaco. Estamos hablando de que en los primeros 8 años, el tipo no va a tener ese beneficio de exportación, después recién empieza a exportar y casi que no tiene el beneficio de 0% retenciones.

Y encima tiene la exigencia de contenido nacional.

Azzarri: La exigencia de contenido nacional lo hace inviable. Argentina tiene que empezar a entender que en esos proyectos tenemos mucho para dar, tenemos industria para producir algunas de las cosas que se necesitan, pero otras las necesitás traer de afuera en el corto plazo y en el mediano plazo. Argentina tendría que tomar el camino que en renovables fue exitoso, el premiar. Dar un beneficio cuanto más componente nacional metas, pero no penalizarlo. 

¿Cómo está esa carrera por el hidrógeno a nivel regional?

Azzarri: Chile tiene buenos recursos renovables, pero sus propias problemáticas también. Brasil ni hablar. Y hay que acordarse de algo: todas las proyecciones que hay son en función de cómo se espera que bajen los costos. Nosotros tenemos que salir a vender al mercado internacional en una industria que el mercado está en formación, entonces lo que vos ganes ahora es ganar mucho espacio porque sos de los primeros. Y lo que vos pierdas ahora es perder también mucho espacio porque van a ser otros los que lo están ganando. Nos está pasando con Brasil que, sin una regulación específica, pero producto de las buenas regulaciones que tiene para el sector energético, están desarrollando un proyecto. Y otra cosa más, el marco regulatorio presentado también prevé algo absolutamente innecesario, que es el pago del 0,5% del valor de tu proyecto para un fondo que va a financiar a los proveedores. En un proyecto de 10.000 millones de dólares, ese 0,5% es muchísima plata y se tiene que pagar a los 60 días. Es decir, todavía no puse una piedra, todavía no hice el diseño y ya me costó unos cuantos millones de dólares. Y después tenés que pagar un 0,5% adicional para financiar la agencia que crea esta ley. O sea, no empezaste y tenés un 1% del valor de tu proyecto. En Chile no pasa, vas a Brasil y no pasa, vas a Uruguay y no pasa. Entonces competís con otros países a nivel regional y obviamente a nivel global ni hablar. En Medio Oriente están pensando proyectos de hidrógeno verde enormes.

¿Qué debería suceder con la ley de energías renovables después de su vencimiento en 2025?

Azzarri: Seguramente antes del 2025 haya que pensar una nueva ley para establecer los parámetros de ahí a futuro. Argentina hoy no está cumpliendo con las cuotas o no está en proceso de llegar a cumplir con las cuotas que debiera cumplir bajo la ley. Hay que volver a reimpulsar el tema renovables de forma más consistente. Lo que pasa es que requiere necesariamente el tema de la solución macroeconómica, Argentina tiene que estabilizar su macroeconomía, tiene que mejorar su macroeconomía, tenemos que terminar con el cepo porque hoy es un gran problema. Hoy en día esos proyectos se están viendo afectados porque no pueden importar.

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